Los grupos islámicos rivales de Afganistán preparan una guerrra de trincheras en Kabul
El frágil y relativo alto el fuego observado desde cuatro días en Kabul es utilizado por las facciones islámicas rivales que luchan por el control de la capital afgana para construir trincheras en previsión de nuevos combates. Ante estas perspectivas, los civiles huyen por millares de la ciudad. Unas 800 personas han muerto desde el inicio del año.Ayer se siguieron produciendo esporádicos intercambios de disparos entre las fuerzas leales al presidente, Burhanudin Rabbani, y las de su principal rival, el primer ministro Gulbudin Hekmatyar, apostadas en el sur de la capital.
Mientras tanto, las organizaciones internacionales han advertido del riesgo de hambruna en la capital como consecuencia de los interminables combates. El ministro paquistaní de Exteriores, Asef Ahmad Alí, ha viajado a Afganistán para estudiar la posibilidad de suministrar ayuda a las decenas de miles de refugiados.
El Foreign Office británico advirtió ayer a sus ciudadanos en un comunicado que eviten viajar a Afganistán para evitar la escalada de los combates que sufre el país. El comunicado recuerda que el Reino Unido carece de representación diplomática para auxiliar a sus ciudadanos envueltos en problemas.
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