Solana inaugura la sede de la primera Embajada española en Andorra

La voluntad del Estado español de intensificar las relaciones con Andorra fue el eje del discurso del ministro de Exteriores, Javier Solana, en la inauguración ayer del edificio de la Embajada de España en Andorra. La visita de Solana marca una nueva era en las relaciones entre los dos Estados y es la primera vez que un ministro español visita oficialmente el Principado pirenaico, un pequeño país admitido como miembro de la ONU el pasado mes de julio.

Andorra tiene unos 61.000 habitantes, de los que sólo 14.000 son de nacionalidad andorrana. Los restantes son españoles, portugueses y franceses. Javier Solana hizo ayer hincapié en el elevado número de españoles que residen en el Principado: más de 30.000.Precisamente, el ministro mantuvo una corta entrevista con representantes del recién constituido Consejo de Residentes Españoles (CRE) para estudiar los problemas de los residentes en el pequeño país, cuyos derechos son notablemente restringidos por la legislación medieval, todavía no adaptada a la nueva Constitución.

Solana se mostró preocupado por la cuestión, aunque reconoció que no existe una solución inmediata. "Trabajaremos para intentar solucionar los problemas de los numerosos ciudadanos españoles que aquí residen", aseguró. El elevado número de residentes españoles justifica la entrada en servicio de la Embajada, al frente de la cual figura José Manuel Paz Agüeras, y del Consulado, con José María Ferrer de la Peña.

El jefe de Gobierno andorrano, Oscar Ribas, ha manifestado la intención de abrir embajada en Madrid y un consulado en Barcelona -para las que todavía no hay edificio-, así como en París y Bruselas.