"Recuperar el juego es mi objetivo"

El año pasado cayó en un hoyo. Estaba en el puesto tercero de la clasificación mundial y pasó a ocupar el 14. José María Olazábal, que acaba de cumplir 28 años, no encuentra justificación a su bajo rendimiento de entonces, y ahora emprende en Tenerife una nueva temporada con un desafío personal: reencontrarse como jugador.En la quinta edición del Turespaña Open que se celebra en esta isla, el golfista español es la atracción principal. Tras Jerez, Alicante y Palma de Mallorca, le espera Estados Unidos, donde participará en uno de sus torneos favoritos, el Masters de Augusta.

Pregunta. Tras una mala temporada como la anterior, ¿con qué metas inicia la presente?

Respuesta. He pensado en eso y creo que son tres mis objetivos. El principal, recuperar el juego, porque no estoy al nivel que me gustaría. Después, ganar algún torneo y hacer un buen papel en los grandes.

P. ¿Tiene preferencias?

R. En las actuales circunstancias mis aspiraciones no pasan por conquistar, necesariamente, los torneos más importantes. Si cae alguno, mejor. Y si se trata del Masters de Augusta o el Open británico que son los que más me gustan, mejor aun. Pero lo que he querido decir es que me interesa, sobre todo, hacer un buen papel en ese nivel de la competición. Soy consciente de que en estos momentos tengo que mejorar y ponerme, al menos, a la altura de lo que hice en el 88, 89 y 90, que han sido mis mejores años.

P. Tanto usted como Severiano Ballesteros sufrieron el año pasado un bache que pareció ser un mal común del golf español. ¿Por qué?

R. Razón no encuentro ninguna. Hace dos años, entre todos los españoles ganamos ocho torneos, algo que tampoco fue normal. Fue casi un exceso. El año pasado, en cambio, escasearon los títulos hasta el punto de que no ganamos ningún torneo. No logro hallar una explicación. No, no rendimos como somos capaces los jugadores españoles, pero creo que todavía es pronto para decir que estamos en un bache. Habrá que esperar a ver qué hacemos este año antes de sacar conclusiones.

P. Una temporada más elige como punto de salida Tenerife. ¿Qué poder ejerce la isla sobre usted?

R. Hay dos motivos por los que comienzo en este torneo abierto. Primero, porque las fechas me van muy bien. No me apetece arrancar antes, ya que en ese caso tendría que hacer viajes muy largos para jugar en Dubai o Singapur. La otra causa es el clima: el sol y la temperatura son muy agradables aquí. Lo vengo haciendo desde hace cinco años, salvo el 92, que fue el último en que gané este torneo. Este año ha venido mucha gente joven, pero de los que conozco hay algunos jugadores respetables, como Eamonn Darcy, Des Smith o Philip Walton, sin olvidar a los españoles. Estamos casi todos, aunque es muy pronto para que nos encontremos en las mejores condiciones.

P. En su octavo año profesional, ¿cómo dibujaría la línea que describe la trayectoria que ha seguido hasta ahora?

R. Creo que ha sido muy ascendente. El primer año gané dos torneos y acabé segundo en la orden del mérito europeo, después de Severiano Ballesteros. El año pasado ha sido el primero que las cosas no me han rodado bien y no terminé en un puesto tan bueno. Estaba situado en el tercer lugar de la clasificación mundial, pero tuve una temporada mediocre -quedé segundo en dos torneos que pude ganar-, no conseguí los puntos suficientes y bajé al puesto 14. Este es, sin duda, otro de los objetivos que me marco para este año, pero será una consecuencia directa de los que cité antes, pues si me recupero y gano títulos, lo lógico es que mejore en la clasificación automáticamente.

P. ¿La experiencia le ha enseñado a recibir sin traumas victorias y derrotas?

R. A medida que vas jugando en el circuito profesional aprendes, en efecto, a afrontar los triunfos y los fracasos con bastante más serenidad que en las primeras temporadas. Te sigues preocupando, naturalmente, cuando las cosas no te salen bien. Intentas hacer tu trabajo lo mejor posible y ves que te cuesta por la razón que sea. Pues eso te preocupa, qué duda cabe, pero no te saca de quicio.

P. A principios de noviembre pasado se retiró a descansar a causa de una lesión en el pie derecho. ¿Está ya restablecido?

R. Sí, físicamente me siento ahora muy bien. Esa ha sido la lesión más importante que he sufrido en mi carrera. Fue en el dedo gordo del pie derecho, debido quizá a una sobrecarga a la hora de golpear. Había notado molestias durante un torneo en Alemania, donde el campo estaba muy mojado, y pocas semanas después, en Valderrama, comprobé que malamente acababa los 18 hoyos. Desde el 7 de noviembre no había jugado.

P. ¿Esta lesión explica en parte aquella baja forma?

R. No se puede pensar que esto haya sido lo que afectó a mi nivel de juego. Lo cierto es que técnicamente hay algo que no funciona y estoy esforzándome en recuperarme.

P. ¿Y para cuando espera conseguirlo?

R. Eso nunca lo sabemos. Es una incógnita que habrá que ir descifrando a medida que vaya jugando los torneos.