Tapie, procesado por corrupción futbolístíca

El fiscal Eric de Montgolfier ordenó ayer el procesamiento del empresario y político Bernard Tapie, presidente del Olímpico de Marsella (OM), por "complicidad en un caso de corrupción y por soborno de testimonios", precisando que debe abandonar la presidencia del club antes del 20 de abril y que se le prohibe hablar o encontrarse con otros implicados en el caso. Tapie se encuentra "bajo control judicial" en libertad bajo fianza de 250.000 francos (unos cinco millones y medio de pesetas). Todo comenzó en mayo pasado, en el encuentro de la Liga francesa Valenciennes-OM.

Bernard Tapie, que en su día ya trató de "rnajara" al fisca Montgolfier, ha dicho ahora que el juez instructor Bernard Beffy "quiere destruir al OM". "Ese es su verdadero objetivo", dijo ayer el aún presidente del OM, después de escuchar en los juzgados de Valenciennes el acta de procesamiento. "Prohibirme que siga siendo el presidente no tiene nada que ver con la búsqueda de la verdad judicial. Sólo pretende asestarle un golpe mortal al actual campeón de Europa, segundo clasificado del campeonato de Francia, destruir el club y satisfacer así las exigencias no disimuladas de todos aquellos que no soportaron que ganase la Copa de Europa".El procesamiento de Tapie relanzará el largo folletón -casi nueve meses de vida ya- que mantiene en vilo la Francia deportiva y política desde el 20 de mayo de 1993, fecha en la que el defensa del Valenciennes Glassman confesó -haber sido contactado por un jugador y un dirigente del Marsella -Eydelie y Bernés- para que él y dos compañeros suyos -Burruchaga y Robert- "levantasen el pie del acelerador" en el partido que enfrentaba a los dos equipos. El OM ganó por 0- 1, pocos días después se hizo con la Copa de Europa y con la quinta Liga consecutiva en Francia.

Luego la policía encontró, enterrado en el jardín de unos familiares de Robert, la mitad del dinero del soborno. Se detuvo durante unos pocos dias a Eydelie y Bernés. Boro Primorac, entrenador del Valenciennes, reveló que Tapie había querido comprarle para que acudiese al juez diciendo que era él quien había ofrecido la victoria al Marsella.

Después Tapie se sacó de la manga un testigo importante: el ex-ministro Jacques Mellick, con el que dijo estar reunido a la misma hora en que Primorac afirmaba haberse entrevistado con Tapie. Pocos días después una foto tomada a 300 kilómetros de París probaba que Mellick no estaba en el despacho de Tapie a la hora que había declarado. La coartada se desvanecía y Tapie quedaba a tiro de los jueces y de sus rivales políticos.

El complicado embrollo derivado del partido Valenciennes-OM se complicó aún más cuando Tapie le ofreció dinero a Eydelie en versión del jugador- para que éste retirase su acusación. Eydelie no lo hizo sino que explicó que el Valenciennes-OM no era el único partido trucado, ni la francesa la única Liga corrompida.

Mientras, en Marsella, los candidatos a la alcaldía se frotan las manos al ver desaparecer a Tapie de la lista de rivales, y en la Liga todos denuncian al presidente del OM.