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"Tú vas mal por ese camino"

"Tú vas mal por ese camino", solía decir Alfonso Guerra a algunos ministros cuando ejercía de poderoso como vicepresidente del Gobierno.El comentario de Guerra conseguía casi siempre poner nervioso al ministro aludido, que sabía de antemano que el entonces vicepresidente se refería a los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la aceptación de su gestión.

Eran los tiempos de mayor apogeo en el secretismo del CIS, los tiempos en que Guerra alardeaba del caudal informativo y el poder consiguiente del que disponía.

La vinculación de este organismo con el poder. se acrecentó por la política de nombramientos.

Dos de los presidentes del CIS subieron como la espuma. Rosa Conde, antes de ser ministra portavoz, fue presidenta del CIS. Lo mismo sucedió con Julián Santamaría, que pasó a ser embajador en Estados Unidos. Ambos fueron promovidos por Guerra.

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Además, la legalidad consagraba el secretismo del organismo autónomo al restringirse a la población el acceso a su banco de datos por una orden ministerial de diciembre de 1978.

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Hasta noviembre de 1990 no se levantó su secretismo. La ley de presupuestos de ese año permitió que el común de los mortales pudiese acceder con facilidad a su banco de datos.

Posteriormente, en 1992, se redujo el plazo para acceder a los datos y comenzó a publicarse un boletín bimensual en el que se desarrollaban los temas trabajados.

La proposición de ley que ahora introducen al unísono el PSOE y el Partido Popular pretende enterrar definitivamente su imagen oscurantista.

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