El duque de Alburquerque, brazo derecho de don Juan de Borbón, fallece a los 74 años
Beltrán de Osorio y Díez de Rivera, duque de Alburquerque, falleció ayer en Madrid a los 74 años, víctima de un proceso canceroso. La capilla ardiente quedó instalada anoche en su residencia de Algete (Madrid), adonde el cuerpo fue trasladado desde la clínica de La Luz, en la que falleció tras permanecer hospitalizado desde el 26 de enero. Don Juan Carlos y doña Sofía se pusieron ayer en contacto con la familia del duque para expresarle su pésame. Beltrán de Osorio y Díez de Rivera, casado y padre de cinco hijos, dedicó gran parte de su vida al servicio de la Corona, en la jefatura de la Casa del Conde de Barcelona, don Juan de Borbón, junto a quien trabajó desde 1957. En ese año fue designado jefe de la Casa de don Juan, cargo que dejó cuando ésta se disolvió tras el fallecimiento del padre del Rey, el pasado 1 de abril en Pamplona.A la muerte del conde de Barcelona, el rey Juan Carlos distinguió, según informa Efe, al duque de Alburquerque con el collar de la insigne Orden del Toisón de Oro -la máxima condecoración otorgada por el Rey-, "para reconocer públicamente su dedicación y entrega a la Corona durante los muchos años que ha ocupado de manera ejemplar el puesto de jefe de la Casa de mi augusto padre".
Tres veces Grande de España, Beltrán de Osorio fue el XVIII duque de Alburquerque, título al que unía los de marqués de Alcañices y de los Balbases. Nacido en Madrid el 15 de diciembre de 1919, Beltrán de Osorio tuvo como constante en su vida la afición por los caballos y era considerado un consumado jinete que practicaba todas las disciplinas hípicas. En 1964 fue campeón de Europa de saltos de vallas. En 1952 acudió a los Juegos Ollimpicos de Helsiniki en representación de España y, en 1960, a los Juegos de Roma. Además de dedicarse a la hípica, el duque de Alburquerque poseía su propia yeguada en la finca de Algete (Madrid), donde residía.
Casado en junio de 1952 con Teresa Beltrán de Lis y Pidal, hija del anterior marqués de Bondad Real y de la condesa de Pineda, enviudó en 1969, al fallecer su esposa en un accidente de coche. Años más tarde se casó con María Cristina Malcampo y San Miguel, duquesa de San Lorenzo y del Parque. Era padre de cinco hijos, fruto de sus dos matrimonios.
