Renfe redujo su déficit, después de subvenciones, un 2,75% en 1993

El déficit de Renfe se situó el pasado año en 55.951 millones de pesetas, lo que supone una reducción del 2,75% frente al pasado ejercicio, según un comunicado difundido ayer por la empresa. El principal factor que contribuyó a esta mejora fue la contención de los gastos de explotación un 6,6%. Si Renfe no recibiera fuertes subvenciones del Estado, las pérdidas por su actividad rondarían los 285.000 millones de pesetas. La aportación estatal -de acuerdo con la normativa comunitaria computa como ingresos- está incluida en los ingresos totales, que fueron 433.207 millones, un 5,7% más que en 1992.La contención del déficit de la compañía que preside Mercè Sala se debe a que ha logrado contrarrestar la caída de los ingresos, que ha sido sobre todo notables en mercancías. El tráfico de viajeros generó 140.197 millones de ingresos, un 2,2% más que en 1992. El largo recorrido cayó un 7%. Los ingresos por transporte de mercancías fueron de 43.685 millones, 9.718 por debajo del año anterior. Esta caída del 18,2% delata, a juicio de la empresa, la menor actividad industrial y el abandono voluntario de determinados tráficos considerados deficitarios. La gestión comercial de los activos inmobiliarios ha generado unos ingresos de 20.170 millones frente a 16.884 de 1992.

Las amortizaciones e intereses fueron 76.372 y 111.184 millones, cifra superior en su conjunto a los gastos de personal (175.421 millones).

El sistema de alta velocidad tuvo un resultado cero, con 17.000 millones de ingresos y gastos. El resto de sistemas (largo recorrido, trenes regionales, cercanías, cargas y paquetería) tuvieron resultados negativos.