El sumario sobre la red de escuchas ilegales de Barcelona implica directamente al Cesid

El sumario sobre la trama de escuchas ¡legales desmantelada a fines del año pasado en Barcelona contiene elementos que comprometen directamente al Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), el servicio de espionaje militar español. Según revela el sumario, cuyo secreto acaba de ser levantado por el juez Eduardo Navarro, los hombres de Mikel Legarza, conocido como Miguel Ruiz y El Lobo, tenían en su poder abundante material del Cesid clasificado como secreto, pero a su vez el antiguo agente infiltrado en ETA informaba periódicamente a mandos del espionaje militar, como el teniente coronel Julio Leal.

En ocasiones, Leal pedía a El Lobo un Informe escrito sobre revelaciones que éste le había hecho de palabra, como cuando Legarza le aseguró que un hijo del presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi. Pujol, colaboraba en la reorganización del grupo terrorista Terra Lliure. Esta participación ha sido desmentida tajantemente.Leal, según fuentes conocedoras del caso, supervisaba la protección oficial que Legarza recibía aún de los servicios oficiales, pese a haber causado baja oficialmente como agente del espionaje militar en 1985.

Pese a los desmentidos. ante el juez del director del Cesid, el teniente general Emilio Alonso Manglano, y del ministro de Defensa, Julián García Vargas, ante el Parlamento, los indicios de una estrecha relación entre el espionaje oficial y la red ¡legal se multiplican en el sumario. Uno de los colaboradores de El Lobo declaró haber oído a su jefe hablar por teléfono con "un tal Manglano". "¿No será Manglano?', le preguntó el juez. "Eso, eso, Manglano", contestó.

Las relaciones entre el Cesid y la policía se han deteriorado hasta un grado sin precedentes a raíz del desmantelamiento de la red de escuchas en Barcelona. Tanto el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, como García Vargas se quejan de que Interior no les puso en antecedentes de la operación hasta que ésta trascendió a la opinión pública. Páginas 17 y 18

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