Gutiérrez y Redondo esperan que no se ignore la masiva protesta

Los líderes de CC OO y UGT, Antonio Gutiérrez y Nicolás Redondo, esperan que el Gobierno no ignore la masiva huelga general y las manifestaciones de ayer. Los dos sindicalistas, rodeados de los dirigentes de USO, CIGA y CGT, afirmaban ayer por la tarde que el paro fue "un éxito rotundo" y que "el movimiento sindical cuenta con un aval mayor que el que tenía el día anterior". Luego, Gutiérrez emplazó al Gobierno a que responda democráticamente, modifique sustancialmente la reforma laboral y cree un clima de consenso.

Esa invitación a negociar fue plasmada ayer mismo en una carta que los dirigentes de UGT y CC OO hicieron llegar al presidente del Gobierno, para que la recibiera antes del comienzo del Consejo de Ministros de hoy. A la espera de su respuesta, Redondo afirmó que Felipe González cometería un error "si no hace caso a millones y millones de personas". "Tiene que rectificar. Tiene que negociar", añadió.Según los sindicatos, la huelga general fue secundada por un 90% de los nueve millones de asalariados y la práctica totalidad de los estudiantes y contó con el apoyo de los jubilados -el 90% no acudió a los hogares de pensionistas-, de buena parte del pequeño comercio y del testo de ciudadanos.

Las manifestaciones celebradas en 70 grandes ciudades, con una participación de varios cientos de Miles de, trabajadores, sacaban a la calle el rechazo contra la reforma laboral del Gobierno. Según fuentes de la policía, en Vigo participaron 50.000 personas y en La Coruña 30.000; en las grandes ciudades de la Comunidad Valenciana, las concentraciones ciudadanas fueron masivas, al igual que en Murcia capital. En Barcelona, los manifestantes fueron más de 55.000 personas, según la Guardia Urbana, y 200.000 ajuicio de las centrales sindicales. Estas mismas fuentes cifraron por encima de las 150.000 personas los manifestantes de Zaragoza. En el País Vasco, decenas de miles de personas expresaron su portesta en las calles, lo mismo que en Andalucía. En Valladolid, alrededor de 40.000 -la mitad, según la policía-.

La protesta culminará esta tarde en Madrid con una nueva manifestación, desde la plaza de Cibeles a la Puerta del Sol.

Los sindicatos criticaron la imposición de servicios mínimos por decreto en algunos sectores, particularmente en el transporte, y aseguraron que no han sido utilizados por los ciudadanos. La próxima semana van a recurrirlos, sobre todo después de que el Tribunal de Justicia de Andalucía les haya dado la razón.

"Sólo 20 millones"

Para UGT y CC OO, la prueba de que las movilizaciones han sido un éxito es que la patronal CEOE ha reconocido una participación del 26% de los trabajadores. Redondo decía ayer con ironía que "hasta los más recalcitrantes afirman que sólo han parado 20 millones de personas".El líder de UGT no rehuyó comparar el paro con el 14-D y dijo que la huelga del año 1988 fue "una especie de paralización expectante, sin compromiso personal; el 27-E es una huelga mas consciente, más participativa y más difícil, pese a que hay un millón y medio más de eventuales y un millón de parados más".

El dirigente ugetista aseguró que los sindicatos no están dispuestos a que esta huelga sea "un hecho inútil" y vaticinó que "si no se busca una solución habrá más crispación, más conflictividad y un profundo coste electoral" para el Ejecutivo.

Los máximos dirigentes de los sindicatos vivieron las primeras horas de la jornada de huelga sumidos en la perplejidad al comprobar que el Gobierno utilizaba como vara de medir la intensidad del tráfico en Madrid. José Manuel de la Parra, máximo responsable del comité de huelga de CC OO, comentaba con sorna que ésta "no es una huelga de semáforos".

Como prueba en contrario, Gutiérrez aseguraba que había tardado 20 minutos en llegar desde su casa de Majadahonda cuando habitualmente necesita hora y media.

El líder de CC OO venía por la mañana de descansar apenas tres horas, después de haber pasado toda la noche -hasta las cinco de la madrugada- con los piquetes informativos, recorriendo empresas madrileñas.