'La falta de lluvia y de viento d dispara los niveles de contaminacion

Cielos despejados. Hielos. Vientos flojos. Neblinas matinales. Ambiente frío. Sin cambios. Los meteorólogos llevan un par de semanas repitiendo día a día las mismas previsiones para la región. El gasto de papel de calco estaba justificado, el tiempo apenas ha variado y no lo hará en los próximos días, pero a partir de ahora incluirán en sus partes un factor más humano que meteorológico: aumenta la contaminación.La atmósfera en la capital ya empezó ayer a sufrir las consecuencias de una jornada normal de invierno, con el tráfico saturado y las calefacciones a pleno rendimiento, en la que el tiempo apacible no colabora a limpiar el aire. Tres de las 24 estaciones de la Red Automática de Control de la Contaminación-plaza del Doctor Marañón, plaza de Salamanca y glorieta de Cuatro Caminos-, superaron la barrera de los 180 microgramos de óxidos de azufre por metro cúbico como media a lo largo de 24 horas. Este es el límite estipulado como "contaminación alta" en la Ordenzanza General de Medio Ambiente. El máximo se dio en la glorieta de Cuatro Caminos, con 221 microgramos.

Pero el aumento de humos fue generalizado en toda la red. La media de las 24 estaciones, que miden la contaminación cada 3 minutos, pasó en un sólo día de los 94 microgramos del lunes a los 109 de ayer: contaminación media y subiendo, sería el resumen del informe.

En cuanto a partículas en suspensión la red midió niveles medios (106 microgramos por metro cúbico) pero la barrera de la contaminación alta (130) fue superada por seis estaciones. El máximo lo marcó la de la plaza del Doctor Marañón con 172.

Calderas de carbón

A consecuencia de este empeoramiento de la calidad del aire de la capital, el grupo municipal socialista denunció ayer la disminución de las subvenciones municipales destinadas a la sustitución de calderas de carbón -más de 6.500 comunidades de Madrid, situadas en su mayoría en los distritos Centro, Salamanca y Charriberí- Acusan al Ayuntamiento de Madrid de reducir la cuantía presupuestada desde los 1.000 millones de pesetas de 1990 a los 50 de 1994.

El PSOE también afirma que de los 40 millones presupuestados en 1993 sólo se utilizó el 15% (6.217.349 pesetas) para el cambio de 20 calderas. "El resto se ha dedicado a otros fines que nada tienen que ver con los de la lucha contra la contaminación", se dice en el informe. En 1992 se sustituyeron 280 calderas, y entre 1990 y 1991, 894.