González entierra el modelo bicéfalo en el PSOE

El secretario general del PSOE, Felipe González, espera contar con los apoyos suficientes en el congreso socialista del 19 al 20 de marzo como para tener autonomía al elaborar la lista de la dirección del partido. González reconoció que con este congreso toca a su fin el modelo de dirección bicéfalo (el tándem González-Guerra) y se impondrá un modelo de responsabilidad compartida. Ellíder del PSOE se reunió en la noche del miércoles con los medios de comunicación para ofrecer algunas claves de un congreso en el que va a desempeñar un papel decisivo y en el que trata de mantener el arbitraje.

El secretario general del PSOE opina que la nueva dirección, además de colegiada, tiene que ser eficaz, representativa y coherente con el proyecto renovador del partido. Esto es, quiere contar con gente capacitada y con autoridad suficiente en el PSOE como para superar la división interna actual.González no quiere poner aún nombre y apellidos a las personas de su confianza en las que va a delegar el día a día del PSOE porque él va a otorgar prioridad a su función como presidente del Gobierno. Insiste, en este sentido, en su idea clásica de que el partido es un instrumento al ser vicio de la sociedad y no un fin en sí mismo. Va a esperar a la ce lebración del congreso para des velar la lista de la dirección por respeto a la voluntad que los mi litantes expresen en el mismo.

Reconoce, no obstante, que ya está pensando en esas personas y que está haciendo numerosas consultas entre secretarios regionales del partido y otras individualidades con peso partidario.

¿Y Alfonso Guerra? Confirma que lo ha propuesto como vicesecretario general en ese esquema de dirección colegiada. Es el único nombre que ha desvelado y no va a desvelar más. No ha hablado con él -coinciden en las reuniones de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE- ni tiene prisa por hacerlo, aunque no excluye que puedan verse en privado antes de la celebración del congreso.

Tampoco ha decidido aún el modelo exacto de comisión ejecutiva. Está dando vueltas a una de las tres opciones: una ejecutiva muy reducida, una comisión ejecutiva amplia con un secretariado permanente y una ejecutiva reducida con un órgano intermedio -con una representación territorial muy fuerte- respecto al comité federal.

Cualquiera que sea el modelo por el que se decida, González garantizó la existencia de una comisión ejecutiva reducida y operativa, así como algún tipo de representación territorial.

Primero, renovación

Cree que puede producirse la renovación del PSOE con Guerra dentro de una dirección colegiada, pero, a su vez, deja claro que no está dispuesto a sacrificar su objetivo de renovación a la integración de todas las tendencias que pretende simbólicamente con la presencia de Guerra.

En este sentido, González renueva el mismo mensaje que hizo público en el mitin de Las Ventas, en octubre de 1992. Pone como condición para tirar del carro del PSOE que no se cuestione su proyecto de renovación, y en este sentido no aceptará condiciones de una u otra parte. En caso contrario, recordó su dimisión en el congreso de 1979, en el que no aceptó las tesis mayoritarias.

González asegura que no va a ceder a las presiones de algunos secretarios regionales del PSOE para que intervenga en el proceso precongresual porque quiere que las bases del partido se pronuncien libremente y es consciente de que su intervención personal puede condicionar el congreso. Se sigue reservando el papel de árbitro entre las tendencias del partido, una tarea que ejerce desde el congreso de Suresnes en 1974.

Admite que su política de no intervención y los conflictos en la elección de listas pueden debilitar el partido. No obstante, no dramatiza. Cree que los conflictos internos obedecen a una lucha por el poder, en la mayoría de los casos a escala local, pero en ningún caso se plantea dentro del partido una alternativa al proyecto nacional del PSOE.

No cree que los sectores renovador y guerrista se puedan definir por su mayor o menor adhesión a la acción del Gobierno socialista. Opina, en este sentido, que esa clasificación resulta esquemática. En esta misma dirección señala que no está contabilizando los resultados que están arrojando las votaciones en las distintas agrupaciones locales.

El secretario general del PSOE garantizó también la utilización del voto individual durante el congreso para que la voluntad de las bases socialistas quede mejor reflejada. Aunque no se extendió sobre el tema, dio a entender que la fórmula del voto por delegación, utilizada tradicionalmente, es inadecuada para que el congreso exprese la voluntad de sus bases.