_
_
_
_
_

Los equipos españoles apoyan a Banesto para que pueda correr la Vuelta sin Induráin

Los siete equipos ciclistas españoles se reunieron ayer en un hotel de Madrid para, entre otras cosas, decidir sobre las condiciones puestas por el organizador de la Vuelta para aceptar la participación de los equipos. La Vuelta pretende fijar unas condiciones que impidan a Banesto participar sin Induráin. Los equipos españoles se solidarizan con Banesto porque tales requisitos amenazan la libertad de un director para confeccionar un equipo. Los equipos evitaron, de momento, hablar de boicoteo a la Vuelta para no aumentar el clima de tensión.

Más información
La organización dice que su postura es inamovible

La empresa organizadora de la Vuelta, Unipublic, y el director deportivo del Banesto, José Miguel Echávarri, llevan años empeñados en un pulso de poder. Ambos representan una guerra más general: la que enfrenta por la lucha del poder ciclista a organizadores y equipos, pelea que tiene continuación a nivel internacional. La figura del mejor ciclista del Mundo, Miguel Induráin, se ha utilizado como arma arrojadiza.La batalla comenzó cuando Echávarri tomó la decisión de que Delgado corriera el Giro de Italia en 1988, con vistas a una mejor preparación para el Four. La Vuelta trataba, por entonces, de arrebatarle al Giro la consideración de segunda carrera por etapas del mundo. Ya con Banesto, Echávarri ha repetido idéntica estrategia en 1992 y 1993, lo que ha permitido que Induráin ganara los dos últimos Giros. Los rectores de Unipublic, a la vista de que para 1994 iba a suceder otro tanto, consideran que la Vuelta no puede consentir que el mejor ciclista español de todos los tiempos se ausente un año sí y otro también de dicha competición. Dispuestos a cortar por lo sano y buscar un culpable, "inventaron" un requisito formal que obligase a Banesto a participar con Induráin o, en caso contrario, no participar.

Los puntos

Unipublic, por su parte, puso como condición para participar en la Vuelta a los equipos españoles que éstos debían alinear en la prueba a corredores que sumaran al menos el 60% de los puntos totales del equipo. Se da la circunstancia de que, en el caso de Banesto, es imposible cumplirlo: Induráin acumula más del 60% de los puntos totales del equipo.Echávarri y Javier Mínguez, ambos ahora en el mismo equipo, fueron los principales impulsores de las reivindicaciones de los equipos contra los organizadores. Sus movimientos, sin embargo, provocaron las suspicacias del ONCE, el primer equipo en la clasificación mundial. En septiembre pasado los actuales directores del Banesto organizaron en Barcelona una reunión con La Caixa de Barcelona y los organizadores de la Volta, Jaime Alguersuari y Juan Porcar. Como asunto de futuro trataron de la posible organización de una Vuelta paralela a la de Unipublic, cuando ésta pasara a disputarse en septiembre, a partir de 1995. Echávarri nunca ha ocultado sus sueños, uno de los cuales sería tener bajo contrato a los mejores ciclistas del mundo para poner condiciones a los organizadores.

Estos movimientos fueron mal vistos por el resto de los equipos, que pensaron que Banesto luchaba por sus intereses. Enrique Franco, presidente de Unipublic, vio la luz. Logrando que Induráin participara en la Vuelta no sólo conseguiría un fuerte empujón para su carrera sino que además daría un golpe al bando enfrentado.

Entonces empezó a madurar su idea del 60%. Apostó por que los equipos no se sabrían unir y se pondrían de su lado. De momento, los grupos ciclistas han respondido en contra de los organizadores con firmeza.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_