Reflujo

La recogida de beneficios fue ayer un ejercicio obligado para la aplicada comunidad bursátil. La última materialización masiva de plusvalías tuvo lugar en la sesión del pasado lunes y, desde entonces, las cotizaciones habían subido una media del 2% según el índice general, aunque hay valores que han ganado mucho más en muchos menos minutos. El volumen generado en esta sesión, 38.000 millones de pesetas efectivas, unido a la suavidad media de los recortes, indica que todavía existe una importante corriente compradora para la renta variable. Los inversores se mantuvieron a la espera de la decisión del Bundesbank hasta poco antes de las dos de la tarde, momento en el que el índice llegó a caer hasta 2,48 puntos. La negativa de la institución alemana a bajar sus tipos de interés permitió una ligera recuperación, pero poco a poco volvió a imponerse el criterio de los vendedores y el papel puso las cosas en su sitio.

La apertura a la baja de Wall Street fue el factor decisivo para que la retirada se convirtiera en una norma, hasta el punto de que la reacción posterior, que llevó al Dow Jones a marcar un nuevo máximo histórico al cierre, tras ganar 7,59 puntos, pasó casi desapercibida para el mercado español.

El Ibex 35 tuvo un final agitado, algo que los operadores achacaban al vencimiento de contratos de hoy viernes que, a la postre, sirvió para mejorar ligeramente el cierre del mercado de acciones. En Europa también se impusieron los recortes, pero sin llegar en ningún caso al 1%. El índice general de Madrid bajó 1,61 puntos, el 0,47% y el Ibex 35 cedía un 0,44%.