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Colmenar Viejo lava sus viejas y deterioradas fuentes

Colmenar Viejo ha castigado durante años con el olvido a las viejas fuentes del municipio. En el mejor de los casos, las que aún acarrean agua son utilizadas para lavar vehículos. Otras hacen las veces de vertedero. Las 22 fuentes colmenareñas están en un estado deplorable.El Ayuntamiento de Colmenar (27.000 habitantes) dio a finales del pasado año luz verde a un proyecto para recuperar todas las fuentes, empezando por las cuatro más antiguas. El plan, elaborado hace tres años por el Aula Ecológica y aplazado en sucesivas ocasiones, tiene un presupuesto de 4.600.000 pesetas.

Juan Compañ, coordinador del Aula Ecológica de Colmenar Viejo, considera que "los mayores respetaban las fuentes de las cañadas, descansaderos o sendas... porque eran necesarias". "Ahora, el campo, las fuentes y sus alrededores son utilizados para limpiar vehículos, cambiarles el aceite y desprenderse de todo tipo de materiales de desecho", alega.

La mitad de las 22 fuentes recogidas en el proyecto de Juan Compan, y que abordará el Ayuntamiento en etapas, necesitan obras de recuperación; tres sólo requieren una limpieza y siete más no precisan actuaciones inmediatas.

La más antigua

Por el momento, el Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular, acometerá la restauración de la fuente del Moralejo (la más antigua, cuya construcción está atribuida a la época mozárabe), la del Moro (situada en el camino de Pedrezuela, es de los siglos VI y VII), la de los Molineros (del año 1860) y la de la Pradera (en la carretera de Hoyo de Manzanares, del siglo X)."Todas ellas se encuentran cerca de yacimientos arqueológicos, por lo que las obras se acometerán supervisadas por técnicos cualificados", asegura el concejal de Medio Ambiente, Javier Ávila.

El entorno de cada fuente también presentará un aspecto más agradable en el futuro, cuando finalicen las obras de restauración, según considera el concejal. Se harán plantaciones para que los árboles impidan a los vehículos que se acerquen a las fuentes y estropeen esos bellos parajes. Además, unas placas, realizadas sobre piedra del lugar, servirán para recordar los nombres de las fuentes y las fechas de su restauración.

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