El déficit de Banesto se sitúa en 630.000 millones, según los nuevos gestores

Las necesidades de saneamiento de Banesto se ele van a 630.000 millones de pesetas, según las últimas estimaciones del nuevo equipo gestor del banco presidido por Alfredo Sáenz. Esta cifra supone un aumento de 125.000 millones de pesetas en relación a los 503.000 millones previstos en el acta de inspección del Banco de España, en la que ya se especificaba que quedaba por cuantificar una parte por operaciones desconocidas.

Este déficit no es todavía definitiva y tiene un margen de error del 10%, según fuentes de la entidad, aunque una estimación máxima podría elevar el déficit has ta los 700.000 millones, según las mismas fuentes. El análisis de la situación económica y financiera de Banesto se realiza a través de grupos de trabajo en los que intervienen analistas nombrados por los nuevos gestores, auditores de Price Waterhouse e inspectores del Banco de España. Durante los próximos días estos grupos de trabajo continuarán ajustan do cifras hasta llegar a una posición definitiva el próximo lunes. Los datos definitivos sobre las necesidades de financiación y e plan de saneamiento serán presentados el próximo martes día 25, por Alfredo Sáenz en una reunión con el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, y los presidentes de los grandes bancos.

Todas estas negociaciones so tre las cifras y el plan de sanea miento no son ajenas a las con versaciones que paralelamente mantienen las autoridades y los nuevos gestores con el resto de la banca sobre su participación en la ampliación de capital. La fórmula que se baraja como mas probable es sea el sistema bancario en pleno el que acuda a esta ampliación de capital, aunque hay quien defiende que las cajas también suscriban acciones del banco.

Las cifras definitivas tendrán mucho que ver con el grado de compromiso de la banca, que presiona para que la reducción de capital de Banesto sea lo máximo posible para así tener que pechar con menos cargas. Sin embargo, una reducción muy fuerte de capital podría crear serios problemas de imagen para el sistema financiero español en los mercados internacionales, según los nuevos gestores.La ampliación de las necesidades de financiación de Banes to es consecuencia de las explotaciones de los nuevos gestores que están investigando y cuantificando la existencia de una posible autocartera, la morosidad en los créditos inferiores a 25 millones de pesetas, las operaciones internacionales y algunas opera ciones especiales.Las últimas cifras, todavía provisionales, del plan de saneamiento prevén que los 630.000 millones de necesidades se absorberán con los siguientes criterios: Unos 240.000 millones de pesetas se compensarán con todas las reservas disponibles que se elevan a esta cuantía y unos 30.000 millones de reducción de capital. Los 65.000 millones de necesidades del plan de pensiones se aplazarán en un programa de saneamiento de varios años previó pacto con las autoridades. Quedan unos 290.000 millones de pesetas que deberán repartirse entre el Fondo de Garantía de Depósitos en Establecimientos Bancarios, que debería aportar unos 150.000 millones y otros 140.000 millones que se captarían mediante una ampliación de capital.

Reparto entre bancos

Sobre la participación de la banca, se baraja desde la filialización (que se lo quede sólo un banco, BBV o Santander), que se lo repartan entre dos o tres (los dos citados y el Popular) o que todos los bancos en función de sus depósitos participen en la amplicación de capital.

Por otra parte, el próx0imo viernes se desplazarán a Portugal, Alfredo Sáenz y el subgobernador del Banco de España, Miguel Martín, para tratar con las autoridades portuguesas la situación del Banco Totta y Açores. En Portugal existen fuertes disensiones entre las autoridades sobre el futuro del Totta. La Comisión Europea está estudiando las posible sinfracciones de Portugal en esta materia que mantiene una legislación muy nacionalista y abiertamente en contra de la política comunitaria y que impide que Banesto pueda regularizar su participación del 50% en el banco portugués, cuando la legislación lusa sólo permite el 25%.