Flores y copal para los muertos
Ayer fue 2 de noviembre, el Día mexicano de los Muertos, junto a la Casa de las Américas, en Cibeles. Más de medio millar de personas manifestaron su sólida ridad con los campesinos chiapanecos y su repulsa por los bombardeos y- ametrallamientos de las poblaciones insurgentes, Les convocaban diversos colectivos internacionalistas, Izquierda Unida y el sindicato CC OO. Entre los presentes se encontraban la cantante argentina Mercedes Sosa y el coordinador general de IU, Julio Anguita. En un altar se apilaban aquellas cosas que los mexicanos consideran imprescindibles para sus difuntos: velas, para alumbrarles el camino; flores, Para alegrarles el tránsito a la otra vida; mazorcas de maíz, para comer, y aromas de incienso y copal, una planta tropical aromática. Tampoco faltaron los mariachis.Este Día de los Muertos recordaba a los indígenas muertos en la represión del Ejército. Algunos de los asistentes a este acto han trabajado con comunidades indias. Han conocido sus costumbres ancestrales (que a veces se integran de forma casi surrealista con el catolicismo que llevaron los conquistadores) y sus problemas. Una socióloga se duele de la actitud del Gobierno mexicano frente a los programas de desarrollo de los indios. "El Gobierno de Salinas no ha invertido en sus aldeas todo lo que se dice acerca del programa de Solidaridad", explica.
Raúl, camarero de una taquería y estudiante de diseño industrial, entiende que a los indios les mueve la miseria y la explotación. Pero también se pregunta quién los maneja. Raúl analiza el problema de los pueblos indígenas desde un punto de vista histórico radical. "Hablarnos y hablamos de los inayas", dice, "y resulta que sus descendientes están pisoteados cuando tienen más derecho que nosotros a vivir allí". Nació en la capital de México y nunca fue a Chiapas. "Quizá las armas eran su única opción en un país donde no hay democracia", concluye.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.