Comienza el rodaje de "Scarlett", la serie mas cara de la década
Scarlett, la producción de televisión más ambiciosa de los últimos años, ve la luz esta semana con su primera jornada de rodaje. Sus dos protagonistas, Timothy Dalton y Joarme Whalley-Kilmer, hablaron ayer en Londres de su "nerviosismo" al personificar a los legendarios personajes, Rhett Buder y Searlett O'Hara, creados por Margaret Mitchell en su novela Lo que el viento se llevó.
"No es una adaptación de Lo que el viento se llevó, sino su secuela", explicó la actriz británica Joanne Whalley-Kilmer, que representa a la joven Escarlata O'Hara en el nuevo proyecto de televisión cuyo rodaje comienza el domingo. La historia de Scarlett arranca donde concluyó la famosa película que protagonizaron Clark Gable y Vivian Leigh en 1939.El proyecto, que cuenta con un presupuesto de 40 millones de dólares (unos 5.600 millones de pesetas), consiste en una miniserie de ocho horas de duración cuya acción se desarrolla en Estados Unidos, Inglaterra e Irlanda. España participa en la producción a través de Antena 3 Televisión.
Scarlett se basa en la novela del mismo nombre de Alexandra Ripley y se concentra en torno a la reunificación de O'Hara y Butler en las décadas posteriores a la guerra civil de EE UU. Tras su publicación en 1991, Scarlett se convirtió en un best seller merced a sus traducciones en 18 lenguas y distribución en 40 países. Sus ventas superan los 12 millones de ejemplares, convirtiéndose en una de las novelas favoritas de las mujeres.
El productor norteamericano Robert Halmi reconoció ayer que el concurso internacional para elección de la principal estrella no dio los frutos deseados, pero posibilitó la contratación de otros personajes. Y refiriéndose a la elección de la actriz británica señaló que "fue amor a primera vista". "El presupuesto es considerable", reconoció, "pero será el acontecimiento de televisión más importante de la década". El lanzamiento mundial está previsto para noviembre de 1994.
La nueva Escarlata O'Hara se presentó ayer en Londres luciendo pantalones de campana, al estilo de los años setenta. A su lado, Timothy Dalton había cambiado ya su imagen de James Bond que ofreció en Licencia para matar. Su cuidado y recortado bigote ayudó a recuperar viejas memorias del joven Clark Gable.
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