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Un incendio acaba con una familia en Barakaldo

Cuatro personas de la misma familia murieron ayer calcinadas al arder su vivienda en el barrio de El Regato, a unos cinco kilómetros del centro de Barakaldo (Vizcaya). El fuego, que comenzó pasadas las seis de la mañana, sorprendió a las víctimas en la cama y se propagó velozmente al estallar dos bombonas de butano. La estructura de madera de la casa, de más de cien años, y las fuertes rachas de viento se hicieron imposible rescatar a las cuatro personas. "Sólo hemos oído un grito, pero no hemos podido ni acercarnos", explicó una vecina. Los fallecidos son Palmira Burzaco, de 64 años; sus hijos Marisol y Eusebio Oñabeitia, de 43 y 41 años, respectivamente, y su nieto Joseba Antruejo, de 18.

Los bomberos no precisaron ayer las causas del siniestro, pero los técnicos sospechan que comenzó en la chimenea de la cocina. Según las primeras hipótesis, las llamas alcanzaron en pocos minutos una bombo na que había en la vivienda, causando una fuerte explosión. El fuego se propagó por la mayor parte de la casa y afectó a otra bombona, que al estallar quebró las vigas de madera que sostenían el tejado y la primera planta. Sofocado el incendio, sólo quedó en pie la fachada del número 14 de la calle Urkullu.El primer cadáver fue rescatado a las 8 de la mañana. Casi una hora después los bomberos hallaban bajo los escombros otros dos cuerpos. Finalmente, alrededor del mediodía fue encontrada la cuarta víctima. Según la Ertzaintza (policía autonómica), los restos se encontraban calcinados y mutilados por efectos de la explosión, de forma que era "prácticamente imposible la identificación".

Antes de que el humo y las llamas alertaran a los vecinos, el encargado de Montes de Barakaldo, Carlos Rodríguez, vecino de El Regato, descubrió el incendio cuando se dirigía al trabajo y avisó a los bomberos y a la policía.

"Como una tea"

"En 10 minutos la casa ardía como una tea y ha sido imposible rescatar a las personas que estaban en el interior", afirmó el concejal de Servicios, Jesús María González Suances.El cuerpo de Joseba Antruejo, hijo único de Marisol Oñabeitia, fue encontrado en el pasillo de la vivienda. "Debió percatarse del inicio del fuego y en lugar de huir fue a avisar a sus familiares", comentaban los responsables municipales. "Entonces quedó atrapado al derrumbarse la casa".

Según los bomberos, las fuertes rachas de viento sur aumentaron la intensidad de las llamas, pero también impidieron que el fuego se propagase al edificio vecino. "Afortunadamente, sólo ha afectado al borde del alero2, señalaron los técnicos del Ayuntamiento que colaboraron en el rescate de los cadáveres.

Antonia Silvent, una de las vecinas de la casa más cercana al caserío siniestrado, lamentaba lo rápido que había sucedido todo. "Serían poco más de las 6 de la mañana cuando mi marido me ha advertido que había fuego en la casa de al lado. Es muy difícil saber cómo ha ocurrido, porque es muy raro que tuvieran la cocina de carbón encendida por la noche", decía. "Les conozco desde hace 45 años. Lo siento por el pobre Joseba, le he visto nacer. Un chaval maravilloso que estaba esperando para ir a la mili". Antonia señalaba a una huerta cercana: "Ahí pasaba la abuela muchos ratos cuidando su invernadero".

Desde otro grupo de casas de El Regato, una zona campestre de expansión de Barakaldo donde se encuentran vanos restaurantes, la visión del incendio "Fue impresionante", según los vecinos. "Estábamos todavía en la cama. Nos han despertado unos gritos y al asomarnos a la ventana hemos visto la casa de Palmirín ardiendo", comentaban. "Aún a distancia imponía".

El Ayuntamiento de Barakaldo contratará de inmediato a una empresa para derribar y retirar los escombros de la casa incendiada y eliminar riesgos de accidentes.

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