Gómez de Liaño, el abogado de siempre

Los abogados Mariano Gómez de Liaño y Rafael Pérez Escolar, cada uno en su respectiva parcela, son los principales asesores jurídicos del ex presidente de Banesto, Mario Conde. Gómez de Liaño mantiene una larga relación personal con Conde y su bufete ha realizado en seis años innumerables trabajos para Banesto y su ex presidente.Gómez de Liaño ya defendió a Conde en 1984, cuando éste fue procesado en un contencioso con el Banco de Madrid, filial de Banesto, a raíz de una querella presentada por dicha entidad contra Alejandro Arroyo, suegro de Conde y empresario del sector inmobiliario, que no pagaba un crédito de 14 millones de pesetas. La garantía de ese préstamo -una finca en Pollensa (Mallorca), llamada Campelota- fue puesta a nombre de Lourdes, hija de Alejandro Arroyo y mujer de Mario Conde. El Banco de Madrid procedió por alzamiento de bienes contra ambos. Finalmente, la mediación de Juan Abelló, socio de Conde, con la familia Garnica, permitió retirar la querella, aunque el fiscal siguió el procedimiento de oficio y procesó a Conde. En 1989, la detención de dos italianos en la frontera entre Andorra y Francia -Giuliano Lotto y Vittorio Pagani- que pasaban 300 millones de pesetas llegó al bufete de Gómez de Liaño. Mariano Gómez de Liaño fue detenido durante casi dos días e interrogado por la Brigada de Delitos Monetarios, dependiente del Banco de España. El dinero había sido pagado a través del Banco de Madrid y al parecer era una comisión cobrada por el abogado en unas transacciones inmobiliarias.

Gómez de Liaño se ha mantenido durante los años de Banesto en un discreto segundo plano, frente a otros abogados que han asesorado a Mario Conde, como Rafael Pérez Escolar y Matías Cortés, ahora más volcado a representar a J. P. Morgan. Sin embargo su relación personal con Conde siempre ha estado por encima de Banesto.