Mitterrand critica al Gobierno de Balladur y califica 1993 de "año negro del paro"
El presidente francés, François Mitterrand, aprovechó la ocasión del tradicional discurso de fin de año para presionar al Gobierno en la lucha contra el paro. Mitterrand empezó por definir 1993 como "el año negro del paro" y de "las desigualdades crecientes" dentro de un sistema "cuya lógica es más y más implacable con los más débiles". Luego procedió a pintar el panorama internacional, dedicando especial atención a Bosnia y a la situación en Rusia.El veterano presidente hizo evidente su voluntad de defender las "conquistas sociales" de su mandato frente a la actual mayoría de centro-derecha cuando puso el énfasis de su discurso en el paro: "No hay economía sana sin cohesión social". También se preguntó el presidente: "El relanzamiento económico que nos anuncian servirá para que disminuya el paro. Nada lo garantiza. Ha llegado el momento en que las organizaciones patronales y los sindicatos establezcan y lo más pronto posible las bases de un nuevo contrato social. El Estado debe ayudarles".
En el pasaje más duro del inesperado discurso socioeconómico de fin de año Mitterrand se plantea si "no resulta insoportable asistir al enriquecimiento de poderosas empresas, algo que por sí mismo es bueno, cuando tantos obreros y cuadros, que son quienes hacen posibles sus éxitos, pueden ser, en cualquier instante, brutalmente despedidos". En 1992 el presidente se había atrevido a augurar que "el relanzamiento económico está a la vuelta de la esquina". Entonces el Gobierno era socialista y las elecciones inminentes.
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