"Seguí teniendo esperanza"
Lo dramático de que mi país estuviera a la cabeza en Europa de enfermos de sida y mi ciudad fuera, molestamente, la más ruidosa lograron que las gentes que andaban apresuradas, los coches, los autobuses, los humos de la Puerta del Sol, me asfixiaran.Miré muy fijo al reloj y, mientras daba sus campanadas, el estruendo de una moto hizo que las palomas asustadas, al vuelo, misteriosamente, sincronizaran, en una preciosa danza, con la música que alguien, pidiendo, interpretaba... "¡Seguí teniendo esperanza!".-
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