La Autónoma premia a sus alumnos fotógrafos

Las instalaciones de la Universidad Autónoma constituyen un tema fotográfico. Desde hace cinco años alumnos, profesores y personal de Administración y servicios participan en el concurso Imágenes de la Autónoma. Este año se han presentado 93 fotografías, 55 en blanco y negro y 38 en color.

Los edificios de las facultades son el centro de la mayoría de los disparos. El Rectorado envuelto en papel higiénico, tomado el pasado mes de octubre por los estudiante o reflejado en la chapa de un Opel Corsa color azul, son algunas de las imágenes que han captado las cámaras. Uno de los participantes incluso ha realizado un foto-montaje en el cual el Rectorado aparece rodeado por las olas del mar, Dicha foto, titulada Imagina, es obra de Cherna Goriba, un estudiante de 5º de Ciencias Físicas, ganador de las 100.000 pesetas del primer premio en blanco y negro por la fotografía Los límites de la realidad, que plasma un espantapájaros caído del cielo en el campus de Cantoblanco.

El premio a la mejor fotografía en color ha recaído en Nostromo, de Augusto Abelló, de 33 años, estudiante de 5º de Psicología, quien ya participó el año pasado en el certamen. Se trata de una vista nocturna de la facultad con una luna ampliada. "Un día vi el reflejo del edificio del Rectorado en el capó de un coche que estaba aparcado y decidí fotografiarlo", asegura este estudiante argentino.

Perspectiva diferente

Otra de las fotos más aplaudidas es la titulada Escalera möebus, que plasma un ángulo de las escaleras de la biblioteca de ciencias. "Es una foto muy buena, el autor ha cogido una perspectiva diferente, que habitualmente no se ve así", dice Juan María García, de 22 años, estudiante de quinto de Económicas, quien participa este año por primera vez con dos fotografías: una de ellas, con el título Per áspera ad astra (Por lo que cuesta las estrellas). "En ella he intentado explicar lo que cuesta estudiar", dice. Y la otra, Después de después, refleja con restos de botes de bebidas y anuncios sobre un corcho, "lo que se puede hacer después de las clases".