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Un duro camino por recorrer

Albert Costa y Angels Montolio comienzan su andadura profesional tras su éxito en la Orange Bowl

Albert Costa y Angels Montolio, ambos de 18 años, lograron el pasado domingo en Miami el éxito más importante de sus respectivas vidas al ganar la Orange Bowl. Sin embargo, aquello no fue más que el primer paso de unas carreras prometedoras. "No pueden dormirse. Han de seguir trabajando y evolucionando su juego", les aconseja Fernando Luna, campeón en 1975. Varios campeones españoles de la Orange Bowl fracasaron después en su intento de saltar al profesionalismo. Costa y Montolio saben que acaban de empezar. "Nos queda un duro camino por recorrer", afirman los dos."Antes de empezar la disputa de la final masculina en Miami hablé con Costa y con Carretero", cuenta el entrenador de los dos finalistas, Lorenzo Fargas. "Les dije: 'Cada vez tendréis que ser más profesionales. A partir del día 3 de enero, a trabajar como cabrones".

Ganar la Orange Bowl abre puertas, pero no decide nada. Es un triunfo carismático, significativo. Aunque, en algunos casos, ha resultado el principio del fin. Eso le ocurrió un poco a Gabriel Urpí, que nunca acabó de asimilar correctamente su triunfo de 1978. Y más recientemente a Pili Pérez, que abandonó el tenis poco tiempo después de haberse convertido en campeona de la Orange Bowl en 1990.

"Lo que está claro es que no pueden dormirse", explica Luna, que se mantuvo 10 años entre los 50 primeros del mundo. "Ganar en Miami te abre puertas y te da mucha moral y confianza. De alguna forma, tanto Costa como Montolio han demostrado que están preparados para dar el salto al profesionalismo. Por otra parte, probablemente firmen buenos contratos que les solucionarán problemas económicos".

Costa fue campeón de Europa júnior, ganó la Copa Galea y perdió ante Carretero en la final de Roland Garros. Cerró su etapa júnior de forma brillante y colocó una pica en el circuito profesional al llegar a los cuartos de final del torneo de Santiago de Chile, tras derrotar a Berasategui y perder con Emilio Sánchez. Actualmente, es el 227º de la ATP. "El objetivo, ahora, es acabar el año 1994 entre los 100 primeros y consolidarme en la clasificación en la siguiente temporada", explicó ayer a su regreso de Estados Unidos.

Montolio, que se formó en los Centros de Tecnificación de la Federación Catalana y sigue en su órbita, compagina todavía los estudios de COU con el tenis. Es la loa tenista de España y la 300a de la WTA. Lo más notable de su palmarés era un triunfo en un satélite de la WTA que se disputó en Mollet.

"Este es un mundo muy dificil", comenta Bernardo Montolio, padre de la jugadora. "Angels ha logrado un gran triunfo. Pero sabemos que si está dos meses sin ganar nada, todo se habrá olvidado".

Manuel Orantes, campeón de la Orange Bowl en 1966 y del Open de Estados Unidos en 1975, recuerda que ganar en Miami le permitió jugar la Copa Davis junto a Santana y Gisbert. "Sin embargo, los triunfos de la etapa cadete y júnior son anecdóticos", señala. "Albert y Ángels han cargado las pilas y han demostrado que tienen nivel para ser profesionales. Nada más".

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