UGT pide suspender pagos en su cooperativa de viviendas sociales

UGT anunció ayer su decisión de presentar la suspensión de pagos de su cooperativa de viviendas para eludir nuevas demandas de quiebra. El sindicato, tras unas horas de suspense, logró evitar la quiebra de IGS, gestora de la cooperativa PSV, gracias a que puso como aval su patrimonio sindical y a la concesión de un nuevo crédito, de 1.200 millones, por parte del Instituto de Crédito Oficial (ICO). La intervención del Gobierno no está descartada, según fuentes de la Administración, si bien, no se ha decidido su grado ni el momento.

La suspensión de pagos de IGSPSV que se presentará hoy facilitará la venta ordenada -no la liquidación- de activos de IGS valorados en más de 6.000 millones de pesetas, además de evitar nuevas demandas de quiebra, confía el sindicato. El proceso durará entre seis meses y un año.Antes de que se produjera este anuncio y en menos de tres horas, la gestora de PSV estuvo al borde del abismo. Un acuerdo entre UGT y los acreedores que habían solicitado la intervención del juez, evitó in extremis, la declaración de quiebra de IGS.

Además del alivio que supuso recibir un nuevo préstamo del ICO, UGT asumió el crédito de 8.000 millones, concedidos también por el Instituto el pasado mes de octubre, poniendo bienes de su patrimonio como prenda. El resultado es que el sindicato carga con la deuda de la cooperativa y ésta cuenta con dinero.

"Los intereses de los cooperativistas quedan salvaguardados". Así resumió el presidente de IGS desde octubre, Prudencio García, los efectos que tendrá la suspensión de pagos sobre los 20.000 socios de PSV.

Un portavoz de la Admistración señaló ayer que el Gobierno no descarta la intervención. El primer paso ya está dado. El miércoles, el director de Cooperativas, Juan José Barrera, requirió oficialmente al presidente de PSV, Paulmo Barrabés, las cuentas del grupo.

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