El niño que metía bichos en un tarro

Pedro Velasco, el responsable de la exposición Seres insólitos, tiene una colección particular de más de 45.000 ejemplares, que incluye "desde insectos preciosos que cuestan tres duros hasta otros más raros de un valor incalculable".Publicista de formación pero con vocación de entomólogo "desde chiquitito" la infancia de este madrileño transcurrió en el campo cercano a El Escorial. lo que empezó como el capricho de un niño que metía en botes de cristal cuanto bicho se encontraba en el campo desembocó en profijos estudios y en excursiones, mejor planificadas, a todo el mundo.

Velasco, tiene gran experiencia en el montaje de exposiciones. Un buen ejemplo es la que montó en Sevilla el pasado año en el Pabellón de la Naturaleza de la Expo con ejemplares iberoamericanos. "Las exposiciones intentan acercar a niños y adultos el mundo de los insectos de una forma llamativa para que les cause impacto" afirma el coleccionista, que a sus 42 años lleva más de 25 años dedicado a los insectos. 'Este tipo de exposiciones tienen un éxito enorme, los visitantes acaban con la idea de que son bonitos, inofensivos y de que, a diferencia de los sellos, los insectos no se pueden hacer en una fábrica".

Velasco dice que no es el coleccionismo el que pone en peligro de extinción a los insectos. "La destrucción de su hábitat mediante la desforestación y la contaminación, es lo que conlleva la desaparición de muchas especies, antes incluso de que lleguemos a saber que existen