Un seismo leve balancea el sureste de la capital
Un suave balanceo a la hora de la siesta. Un terremoto de intensidad muy leve (entre dos y tres en la escala MSK, antes Mercalli) sorprendió, sobre las 15.30 de ayer, a los madrileños que viven a partir del sexto piso de los barrios del Pilar, Atocha, ópera, Pacífico, Estrella o Moratalaz. Marta Vázquez, de 14 años, lo recuerda así: "De repente empezó a balancearse el sillón. Miré a la ventana para ver lo que pasaba y las cortinas se movían".
Raquel Jiménez, de 11 años, lo recuerda como "un movimiento brusco pero seco". "Estaba jugando en el comedor con mi hermana Luci, con nuestras muñecas barbis ", recuerda Raquel. "¿Lo has notado", le preguntó a Luci, de seis años. "El qué, le contestó su hermana. Y siguieron jugando con las muñecas. La sensación que sintió Raquel "fue como cuando das un salto en una casa de vecinos y retumba todo".Raquel vive en la calle de Atocha junto con su familia. La llamada de su tío Antonio a los bomberos fue la única salida que hizo este servicio por este motivo, aunque recibió una decena de avisos. La Policía Municipal contabilizó hasta 40 llamadas de vecinos.
Las hermanas Jiménez viven en el quinto derecha. En el piso de al lado viven los Vázquez, que también son familia de ellos. Marta, de 14 años, recuerda que estaba viendo la serie Rosane en Telemadrid cuando se movieron las cortinas, la ventana y el sillón. En el salón, su madre rompió a llorar de la impresión y su padre llamó a los bomberos. Marta también se asustó mucho: "La casa es muy antigua y pensaba que se caía entera", explicaba esta estudiante de primero de BUP en el instituto Isabel la Católica.
En el barrio de Moratalaz también notaron el temblor de tierra. "Estaba sentado viendo el final del telediario y me sentí como si estuviera mareado", relata Álvar Maté, de 17 años, quien añade: "Se empezó a mover la silla y la lámpara, y empecé a ver las cosas dobles". Duró como diez segundos, calcula a ojo. Álvar Maté vive en un piso 170 de un edificio de la calle de la Hacienda de Pavones, en Moratalaz.
En el Instituto Geográfico Nacional de Madrid, que pertenece a la red sísmica nacional, explican que se trató "de un seísmo muy superficial que se ha notado en los edificios altos a partir del sexto piso". Cuanto más altos, más capacidad de sufrir vibraciones tienen las estructuras. "Cuando hay grandes distancias son los edificios más altos los más afectados", explica Gregorio Pascual, un experto del instituto. Y en este caso el origen estaba en la costa de Almería.
El 'Pirulí' no lo notó
Pero el equipo de personas que trabaja en el Pirulí (Centro Nodal Nacional de Torrespaña), situado en la calle de O'Donnell, no notó nada. Este nudo de distribución de señales de televisión y radio dispone de unas oficinas a 132 metros de altura. Fernando, un oficial administrativo, explica que nadie del equipo de tarde notó nada raro. En otro de los edificios más altos de Madrid, el faro de la Moncloa, cerca de la Ciudad Universitaria, no había nadie a las 15.30 de ayer, jueves.El terremoto se ha notado en las 37 estaciones que componen la red sísmica nacional y que está distribuida por todos los puntos de España. En muchas de estas estaciones se saturaron los sismógrafos.
El origen del temblor que sacudió Madrid ha sido el terremoto, de la magnitud 4,9 en la escala de Ricliter, registrado en la costa de Almería, con su epicentro en la localidad de Adra, y que se produjo a las 15.22 de ayer. A las 15.34 se dio el segundo, con una magnitud 3 en la escala de Ricliter, que comprende nueve grados (el único terremoto al que se ha adjudicado la magnitud 9 fue el registrado en Lisboa en 1755, pero nada impide en teoría que pueda producirse otro de magnitud superior).
En el Instituto Geográfico hubo, en un primer momento, confusión sobre cuál de los dos terremotos de Almería había causado el de Madrid. Al final concluyeron que fue el primero y más fuerte. A las siete de la tarde de ayer se detectó otro terremoto (de magnitud 3,5) también en la costa de Almería. Los tres terremotos cruzaron media España porque se sintieron en Granada, Málaga, Almería, Jaén, Albacete, Murcia, Ciudad Real y Toledo, además de Madrid.
En el Instituto Geográfico Nacional dé Madrid recibieron llamadas desde todos los rincones de Madrid y alrededores. Desde una persona que vive en el piso número 14 de un edificio en Toledo, hasta vecinos de los barrios madrileños del Pilar, Pacífico, Estrecho, Moratalaz, ópera y Atocha. "Algunos creían que el terremoto había tenido el epicentro en Madrid", comentan.
Alguna pequeña falla, alineadas en la dirección noroeste y sureste, es el origen de este fenómeno que atravesó media España. Madrid no había sentido un temblor de esta magnitud desde el 28 de febrero de 1969. En aquella ocasión, el epicentro estaba en el cabo de San Vicente, en el suroeste de Portugal.
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