El director del Cesid declara ante el juez por la red de escuchas ilegales

Emilio Alonso Manglano, director de los servicios secretos militares, y otro alto cargo del Cesid prestaron declaración ante el juez que instruye el caso de la red ilegal de escuchas telefónicas descubierta el pasado mes de noviembre en Barcelona. Tres de las cinco personas encarceladas por su pertenencia a la trama ilegal han estado vinculadas con el espionaje militar. En concreto, uno de ellos es el coronel en excedencia Fernando Rodríguez González.

El citado coronel fue contratado el mes de junio por el editor del diario La Vanguardia, Javier Godó, implicado también en el caso, como jefe de su seguridad. La red de ex miembros del Cesid se dedicaba a efectuar escuchas telefónicas ilegales y extorsionar con ellas a empresarios e industriales. El general Manglano fue llamado a declarar ante el juez Eduardo Navarro en calidad de testigo, tras conocerse que la red poseía informes secretos del propio Cesid.El jefe del espionaje español inició ayer su declaración a las 18-45 minutos. Estuvo dos horas en el juzgado. El otro alto cargo del Cesid, cuyo nombre no- trascendió, declaró durante hora y media. "Mi situación es la misma que cuando he entrado" [la de testigo], se limitó a comentar Manglano a la salida. El director del Cesid se negó a aclarar ante los periodistas si había aportado al juez alguna documentación.

Fuentes cercanas a la investigación aseguran, sin embargo, que Manglano fue preguntado por informes del Cesid, hallados en poder de miembros de la red de escuchas. Las mismas fuentes no quisieron desmentir ni confirmar si los cargos fórmulados contra las implicados -los ex miembros del Cesid- pueden verse agravados por la imputación de un supuesto delito de revelación de secreto.

La llegada de general a los juzgados, en los que además del juez Navarro, le esperaba el teniente fiscal José María Mena, se produjo en medio de medidas de seguridad que provocaron situaciones rocambolescas, según informó la emisora de televisión autonómica TV3.

Horas antes de la declaración, policías de paisano se apostaron en los alrededores del juzgado e inspeccionaron a fondo las instalaciones.

Manglano, a quien se le había asegurado que la prensa no conocía que fuera a declarar, se presentó puntual ante el juzgado. Al ver de lejos que algunos periodistas estaban haciendo guardia, decidió darse un paseo por un parque de los alrededores para despistar a la prensa.

Tras 45 minutos de espera, el director general de Cesid optó por hacer frente a la situación y se dirigió a la puerta de los juzgados. Pero esta, por seguridad, estaba cerrada, lo que obligó al militar a esperar bajos lo focos dé las cámaras a que se le franquera el paso.

Estas mismas rígidas medidas de seguridad fueron las que, después de entrar Manglano en los, juzgados, impidieron a unos albañiles que trabajaban en el juzgado abandonar las instalaciones, al quedar encerrados entre, la puerta interior y la exterior durante un buen rato.