Arzalluz: "Al final, un pueblo decide lo que quiere y no hay fuerza que se oponga"
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, insistió ayer en que, aunque su formación defienda la autodeterminación, no está mirando lo que pasa en el Ulster, en Bosnia o en Macedonia. Arzalluz fue tajante al afirmar: "Al final, un pueblo decide lo que quiere y no hay fuerza que se oponga".
"Nosotros tenemos nuestros caminos, nuestros problemas y establecemos nuestros debates", prosiguió el presidente peneuvista. "Luego viene el jefe del Gobierno diciendo que su partido no va a entrar en ninguna revisión constitucional que suponga la desintegración de España. La verdad es que su partido hoy ni siquiera entra en la aceptación de un estatuto", explicó Arzalluz en declaraciones a la SER.
Agregó que "hay un principio, hoy admitido, de que, al final, un pueblo es quien decide lo que quiere hacer, y no hay fuerza que pueda oponerse, como se está demostrando en el Ulster".
Además recordó "a todos aquellos que confían en soluciones armadas, de uno u otro signo, que este país si algo ha desarrollado en estos años es la cultura de la paz en la población, el rechazo de que se puedan conseguir fines políticos, los que sean, con el uso de la fuerza, y eso vale para ETA y vale para quienes conflian a unas Fuerzas Armadas soluciones de problemas políticos".
El lehendakari, José Antonio Ardanza, declaró a su vez que el debate sobre la independencia del País Vasco es un intento del PSOE de desviar la atención de los problemas reales que aquejan a la sociedad, a pesar de que fue el propio Arzalluz quien lanzó la primera andanada al advertir que ni el Gobierno central ni el Ejército podrán impedir la autodeterminación de Euskadi.
Ardanza subrayó con ironía en los pasillos del Parlamento autonómico que quienes están planteando el debate y poniendo nervioso al presidente del Gobierno "con las manifestaciones de la inoportunidad y el despropósito" son los ministros británico e irlandés, John Major y Albert Reynolds, respectivamente, informa Pedro Gorospe.
Diálogo con el PNV
Paralelamente, el PSOE va a tratar de reconducir sus tensas relaciones con el PNV acudiendo a reuniones con dirigentes de ese partido con los que existe una buena relación personal. Así lo hicieron ayer el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba; el presidente del grupo socialista, Carlos Solchaga, y el secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, con el portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, y otros tres parlamentarios vascos.Los socialistas, al menos, tratan de que el PNV sea partícipe de las medidas del llamado impulso democrático, aunque todavía no han fijado con ellos una reunión formal para esta cuestión. En la noche de ayer, la delegación socialista habitual se reunió con la de CiU para estos mismos temas, encabezada por Miquel Roca, sin que apareciera ningún escollo importante, informa Anabel Diez.
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