Organizar la producción
Ante la situación de confusión social que estamos pasando y que cada año se repite debido a la falta de organización de la producción, economía y propiedad y sus gravísimas consecuencias, bien patentes en la sociedad actual, es necesario que se definan conceptos que lleguen a concreciones para dar con la solución, sobre todo cuando aquellos que deben darlas se manifiestan incompetentes para ello.- Ningún ciudadano, español o no, ha nacido para enriquecer a nadie ni para ser subordinado de nadie.
-La producción y comercialización es tarea, deber y obligación de todos, y con este fin debe ser cuidadosamente organizada.
-Los privilegios otorgados o adquiridos históricamente deben ser objeto de regulación hasta lograr una justa y equilibrada situación de más o menos igualdad social.
-El motivo de la producción no es el enriquecimiento personal, sino que se cubran las necesidades sociales.
Tal regulación y organización debe ser realizada por el Gobierno y Gobiernos autónomos.
-Que existan sectores de
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pobreza es, cuando menos, una vergüenza social.
- Que existan 3,5 millones de parados es otra vergüenza social inadmisible.
- Las clases sociales no tienen razón de existir.
- Si para llegar a la solución de estos problemas hay que sacrificar el egoísmo incontrolado de empresarios y economistas, así habrá que hacerlo.
- De no dar con la solución, siempre nos encontraremos con la misma situación, que ya empieza a ser crónica.
-Los políticos que no den con soluciones claras deben autoinculparse y asimilar su ignorancia e inutilidad social.
Es por esto que empresarios y financieros deben reflexionar y abandonar posiciones inflexibles que impidan la organización de la producción, distribución social del trabajo y regulación de la propiedad y economía. Sólo de esta forma es posible una solución total y definitiva del grave problema que es hoy, y no tiene por qué serlo, la organización de la producción.-