600 empleados del Puerta de Hierro se manifiestan contra el fuego intencionado
Unos 600 trabajadores de la clínica Puerta de Hierro llenaron ayer el recibidor del hospital a media. mañana. Protestaban por el incendio intencionado que quemó anteayer unas casetas que servían de consultas, desde que otro fuego destruyese, hace mes y medio, parte del edificio destinado a ello. Tres encapuchados esposaron a un guardia jurado a una barra y prendieron fuego. Los enfermos que van cada día a las consultas no tendrán que esperar. Su médico les atenderá en otro punto del hospital a partir de mediados de la semana que viene.
Unos 600 trabajadores del hospital -de los algo más de 2.100 que tiene el hospital- se reunieron ayer por la mafiana en el recibidor del centro, según los sindicatos, que convocaron la concentración. Querían mostrar su repulsa por el incendio provocado por tres encapuchados, que estuvo a punto de acabar con la vida de dos de los guardias jurados que custodian el hospital.Una pintada hecha por un joven con la cabeza cubierta por un pasamontañas había advertido horas antes del incendio: "Quemaremos los barracones con o sin vigilantes". Este hecho fue denunciado en comisaría esa misma noche.
Los dos guardias jurados heridos, José Manuel R. R., a quien maniataron los encapuchados, y Emilio A. R., que acudió en su ayuda, continuaban ayer internados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital y aún precisan respiración asistida. Su situación es estacionaria, aunque José Manuel evoluciona favorablemente de sus quemaduras en la tráquea.
El gerente del hospital, José Luis de Sancho, ratificó ayer la versión según la que José Manuel R. R. se encontraba dentro de los prefabricados cuando tres encapuchados entraron, lo maniataron con unas esposas que traían ellos mismos a una barra de hierro, y prendieron fuego al recinto, situado en una zona oscura junto a la clínica. Anteayer había versiones contradictorias.
Las llamas han calcinado algunas historias clínicas, según contó el director territorial del Insalud, Antolín Rodríguez. Ayer, en la concentración del personal de la clínica, una pregunta flotaba en el ambiente: la posible relación de este atentado con el primer incendio que ocurrió el 7 de noviembre en varias plantas del edificio de consultas externas.
Entonces, los indicios apuntaron a un cortocircuito originado en uno de los sótanos del hospital. El. segundo incendio pudo correr a cargo de alguno de los trabajadores que han sido despedidos recientemente de la clínica, según las primeras impresiones de la policía. Pero tanto los representantes sindicales y la gerencia del hospital quisieron dejar claro ayer que la reducción de puestos de trabajo (74 desde septiembre) no tiene nada que ver con el atentado.
Según explicó Toni Cabezos, portavoz de la Confederación General de Trabajo (CGT) en el Puerta de Hierro, el gerente convocó a la junta de personal del centro el septiembre pasado, para informar del déficit que sufre la clínica. 30 auxiliares de enfermería contratados cesaron entonces.
Más tarde, De Sancho entregó a la junta la propuesta de regularización de plantilla para 1993 y 1994. 44 trabajadores interinos de personal no sanitario fueron despedidos. Estas reducciones de personal no fueron pactadas con los sindicatos.
Cabezos, sin embargo, descarta la posibilidad de que algunos trabajadores pudieran ser los incendiarios, al igual que el resto de los sindicatos de la clínica y el propio gerente, quien afirmó: "Aquí no hay conflicto laboral, lo que no quiere decir que no haya ajustes de plantilla".
Tras el primer incendio, se supo que la clínica Puerta de Hierro presentaba 64 deficiencias en las instalaciones antiincendios, según constató el Ayuntamiento en una inspección técnica el año pasado.
Trasiego en la clínica
En apenas mes y medio, los pacientes que acuden normalmente a la clínica Puerta de Hierro han visto cómo cambiaba la fisonomía del hospital. El pasado siete de noviembre, un incendio obligó a trasladar las consultas de endocrinología y medicina interna a unos prefabricados junto a la clínica. Ahora, esas mismas consultas han vuelto a resultar quemadas por otro siniestro, y pasarán a ocupar una de las plantas de hospitalización del edificio de residencia. En ese área se encuentran actualmente unas 30 camas ocupadas, que serán trasladadas a su vez, a un área del hospital donde hay algunas habitaciones en las que convalece tan sólo una persona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Encierros
- Hospital Puerta de Hierro
- Centros salud
- Manifestaciones
- Atención primaria
- Clínicas
- Protestas sociales
- Orden público
- Incendios
- Seguridad ciudadana
- Madrid
- Hospitales
- Personal sanitario
- Malestar social
- Accidentes
- Asistencia sanitaria
- Comunidad de Madrid
- España
- Sanidad
- Problemas sociales
- Sucesos
- Salud
- Justicia
- Sociedad