El criterio geográfico manda sobre el futbolístico

ENVIADO ESPECIAL El sorteo de la Copa del Mundo de fútbol atenderá prioritariamente a criterios geográficos y sociológicos. La Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA) ha tomado esta decisión para evitar que cada grupo reúna a varias selecciones del mismo continente. Hasta ahora, la distribución de los bombos se establecía por las puntuaciones conseguidas por cada equipo en los Mundiales, pero las modificaciones son constantes, y en el baile de equipos ha llegado a estar España. El sorteo se celebrará el próximo domingo en Las Vegas.

Las peculiares características del Mundial 94 intervienen en casi todos los factores organizativos del torneo. Estados Unidos es un país sin tradición futbolística, con una gran extensión territorial y poblado por grandes colonias procedentes de todas las partes del mundo. El entramado del Mundial se verá afectado por estas condiciones, hasta el punto de invertir varias tradiciones. En lugar de ajustarse a criterios puramente deportivos, la FIFA y los organizadores han preferido atender cuestiones sociológicas o geográficas. La intención es ubicar a cada cabeza de serie en ciudades donde se vean arropados por sus comunidades.El criterio seguido por el comité organizador en la reestructuración de los grupos del sorteo es el de impedir en la medida de lo posible el enfrentamiento entre selecciones de un mismo continente. Europa, por presentar 13 equipos, queda al margen de la medida. No es el caso de Africa (3), Centroamérica (2), Suramérica (4) y Asia (2), cuyos representantes no se verán las caras entre sí a lo largo de la primera fase del torneo. La composición definitiva de los grupos, según anuncio Joseph Blatter, secretario general de la FIFA, es la siguiente: Grupo 1: EE UU, Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil e Italia. Grupo 2: Camerún, Marruecos, Nigeria, Bolivia, Colombia y México. Grupo 3, España, Rusia, República de Irlanda, Rumania, Holanda y Bulgaria. Grupo 4: Corea del Sur, Arabia Saudí, Suecia, Grecia, Noruega y Suiza.

Blatter efectuó un simulacro del sorteo ante los informadores reunidos en Las Vegas. El azar establecerá el orden de los seis equipos cabezas de serie del primer bombo. Después se extraerán las bolas del segundo grupo, emparejando a los equipos con los del primero de tal manera que no coincidan dos del mismo continente. México, por ejemplo, no podrá estar junto a Estado Unidos, ni Colombia al lado de Argentina. Con el tercer bombo no habrá problemas, por tratarse todo él de equipos europeos: según vayan saliendo se irán colocando en los grupos respectivos. En el cuarto se seguirá el mismo criterio que en el segundo, de tal manera que ningún grupo tenga más de tres selecciones europeas. Blatter: "Es un sistema con sus pros y sus contras, pero que trata de mantener el equilibrio y evitar enfrentamientos entre equipos de mismos continentes. Podíamos haber metido a los 24 equipos en un solo bombo, pero eso habría provocado emparejamientos injustos e indeseados". El secretario general de la FIFA explicó también que, una vez concluida la conformación de los grupos, el comité organizador designará las sedes. Sólo Alemania, como país campeón, y EEUU, como selección anfitriona, han podido escoger ya las de Chicago y Los Angeles, respectivamente.

En este mercado, los equipos también declaran su preferencias y sus temores. La delegación brasileña se ha destapado con una afirmación sorprendente. Brasil no desea jugar en Orlando (Florida) debido al calor y la humedad que padece la ciudad en verano. La justificación parece imposible por venir de un fútbol que adora el calor. Pero el seleccionador Carlos Alberto Parreira defiende que la mayor parte de sus jugadores proceden de las Ligas europeas y que el exceso de humedad puede perjudicar a los equipos que se vean obligados a jugar seis o siete partidos.

"Tenemos un plan y también varias alternativas", declaró Alan Rothenberg, presidente del comité organizador. "SI México cae en el mismo grupo que Italia, y Grecia y Colombia caen en otro grupo junto con una de las otras cabezas de serie -Bélgica, Argentina o Brasil-, entonces tiene mayor sentido colocar el grupo de Italia y México en Palo Alto [al sur de San Francisco] y el grupo de Columbia y Grecia en Nueva York". Un toque irónico es que España no tiene ni voz ni voto en este tema, pese al hecho de que puede reclamar ser la madre patria de los latinoamericanos.

Mientras tanto, los organizadores comienzan a advertir problemas en algunas sedes. La construcción de una tribuna supletoria en el estadio Citrus Bowl de Orlando está en duda después de la tragedia de Bastia en 1992, donde murieron 12 espectadores al derrumbarse el ensamblaje durante un partido. Las tribunas del Citrus Bowl forman una herradura, con un fondo abierto. La colocación de vallas protectoras también es objeto de debate entre la FIFA y el comité organizador. Mientras la FIFA considera innecesarias las vallas, los organizadores señalan que los asuntos de seguridad son de sus competencia y que es muy posibles que se levanten vallas para impedir el acceso de los espectadores a los terrenos de juego.