Indio Gitano pelea el cante

Nací gitano por la gracia de Dios, es el título del disco que acaba de grabar el Indio Gitano, con la guitarra siempre extraordinaria de Gerardo Núñez. Este concierto fue el de presentación de la nueva criatura, que ciertamente va a dar mucho que hablar por su indiscutible calidad.En la presentación, sin embargo, no todo rodó como era de esperar. Una inoportuna ronquera dejó al Indio casi sin voz, y el cantaor, que había puesto enorme ilusión en este concierto, estuvo constantemente desasosegado. Pidió disculpas públicamente: "Esto es como una enfermedad, un ataque de nervios, si lo sé no vengo". Pese a lo cual oímos a ráfagas cante de excelente ley.

Y es que el Indio Gitano hubo de pelear a muerte el cante, echar el corazón por la boca en un dramático cuerpo a cuerpo contra su impotencia. Su voz oscura, ronca y rozada habitualmente, lo fue mucho más esta noche, y sacar de ella un eco, un tercio con entidad suficiente, costaba verdaderas agonías. Hay que decir en su honor que en la adversidad el Indio Gitano no rehuyó los estilos arriesgados, como martinetes o siguiriyas, y que estuvo más profesional que nunca. Fracasó en articular un recital coherente y armónico, pero fue un fracaso hermoso que mereció bravos de la concurrencia.

Con toda justicia, porque cuando el Indio Gitano logró transmitir sólo una pequeña parte de lo que quería decirnos esta noche la emoción dominaba absolutamente. El flamenco es así: se puede triunfar cantando mal, y otros que cantan siempre impecablemente bien nos dejan indiferentes.

Por lo demás, tenía a su lado, y le arroparon en todo momento de manera admirable, artistas de gran clase que supieron imponerse al maleficio de la noche. ¿Qué hubiera sido si el Indio llega a cantar bien?