A remolque
El mercado español, es decir, los inversores, dieron ayer muestras de su gran capacidad para seguir las corrientes dominantes. Como dato previo se contaba con un máximo histórico en Nueva York, algo que no debe desestimarse a prior¡ por la inercia que puede desatar. Sin embargo, fue la espectacular arrancada de los mercados europeos lo que tiró con fuerza de la Bolsa española, hasta llevar a su principal indicador -el índice general de Madrid- a ganar 4,2 puntos. Hasta aquí todo iba bien, pero con esa subida el índice madrileño se acercó a tan solo 88 centésimas del nivel del 310.Nueva York abrió con una serie de altibajos que llevaron al Dow Jones a ganar siete puntos y a perder seis sobre el cierre anterior, provocando un cambio de orientación en los mercados europeos y, consecuentemente, en el español. Con todo, el resultado de esta sesión es positivo a pesar de que, en términos chartistas, se ha producido un rebote ante la férrea resistencia del 310%. Queda por ver si la orientación alcista ajena tiene la presión suficiente como para forzar al mercado español a situarse en una zona propia de economías con problemas menores.
El cierre fue positivo para Frankfort, que gana un 1,29%, y París, que sube el 0,27%, mientras que Londres cede un 0,3%. En ese momento Wall Street ganaba casi cuatro puntos (perdió 4,75 puntos al cierre). El índice general de Madrid termina subiendo un 1,04%, 3,17 puntos, que le sitúan en el 308,09%, mientras que el Ibex 35 acaba ganado un 1, 13%, 3 8,5 puntos que le Hevan hasta el 3.460. El volumen rozó los 33.000 millones de pesetas efectivas.
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