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Tribuna
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'Egin'

Jorge M. Reverte

Compas, que no hay que confundirse. No perdáis los nervios en esta difícil coyuntura para todos. Mantened la serenidad. Vuestra firmeza reafirma nuestras convicciones. Somos muchos los que estamos en contra de que se cierre vuestro periódico, compas.Compas, contad con nuestro apoyo, con nuestra presencia en primera línea de opinión para defender vuestro derecho a la existencia frente a las tentaciones autoritarias de una parte del Estado y de la opinión pública. No temáis, compas.

Compas, cada vez que sale a la calle vuestro diario, nos invade un aliento de vida. La pena, el miedo, la náusea, la depresión. Multitud de sensaciones que sacuden el cuerpo y el alma. La sensación de estar vivo, de no haber llegado al estado de anestesia que empapa a una buena parte de nuestra sociedad. Os lo debemos, entre otros, a los compas.

Compas, muchos peleamos en su día para que no se cerraran otros medios de información, opinión y movilización para el crimen organizado, como El Alcázar. A algunos les movía el argumento de los puestos de trabajo. A muchos, el miedo a caer en las tentaciones de comportarnos como el enemigo, compas.

Compas, no penséis que tras estas líneas se oculta el menor deseo de que tengáis empleo, os vaya bien en la vida o disfrutéis de las ventajas de la democracia española, que es la misma que la vasca. Lo que deseamos muchos es que padezcáis esas ventajas: que sufráis la sensación de que los otros, nosotros, vuestros enemigos, somos superiores porque no queremos que nadie os asesine delante de vuestros hijos ni detrás de una tapia.

Compas, sois la imagen cotidiana, el ejemplo vivo de que no somos como vosotros, de que no nos dejamos arrastrar por el odio, aunque lo sintamos. A vuestro pesar, vivís en una sociedad que sabe mantener sus principios de convivencia y negación del fascismo, compas.

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