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Nadie sabe dónde está el joyero

Diez años después, no se ha podido demostrar la implicación de la mafia policial en la desaparicion de Mariano Loriente

Hoy, 7 de diciembre, Pilar Martínez se convertirá en viuda. Una viuda sin tumba, que nunca ha visto el cadáver de su marido. Mariano Loriente, un joyero madrileño de 38 años, desapareció tal día como hoy de 1983 con un muestrario de joyas valorado en 130 millones de pesetas. Todas las sospechas apuntaron hacia la red de corrupción policial implicada en el caso Nani. Diez años después se cumple el plazo legal para declarar a Pilar oficialmente viuda. Pero la justicia todavía no ha aclarado quién hizo desaparecer y probablemente asesinar a su marido."Yo sólo pido el cuerpo de mi marido y que me digan dónde y cuándo lo mataron", se lamenta Pilar. Esta mujer, que tuvo que sacar adelante a sus tres hijas, está convencida de que a Mariano lo asesinó la mafia policial después de robarle las joyas. Casualmente, aquel día portaba una maleta de diamantes que no llevaba habitualmente.

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Mariano Loriente, un hombre honrado según quienes le conocían, trabajaba desde hacía años como representante de joyería y era muy apreciado en el gremio. "Era una persona maravillosa y muy trabajadora", asegura el joyero Joaquín Peco, quien estuvo con Loriente el día que desapareció.

Las investigaciones descartaron de inmediato la posibilidad de que Loriente se hubiera fugado con el botín. Su ordenada vida familiar y los importantes pagos que efectuó en varias sucursales bancarias ese mismo día desecharon esa posibilidad. "Desde el principio me incliné por la posibilidad más probable y racional, que era la del robo y posterior asesinato", recuerda el ex juez Luis Lerga.

El joyero santanderino Federico Venero se convirtió en la pieza clave de un rompecabezas delictivo compuesto por varios inspectores de policía y algunos delincuentes habituales como Santiago Corella, El Nani, desaparecido un mes antes que Mariano Loriente.

Tres inspectores del Grupo Antiatracos (conocido como la brigada de la muerte), dependiente de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid, fueron condenados por la desaparición del Nani. "Está claro que detrás de todo esto hay funcionarios policiales", asegura Marcos García Montes, abogado de Pilar Martínez.

Según el letrado, dos hechos fundamentan su tesis: "En pri mer lugar, desde que los miem bros de la mafia policial fueron encerrados cesaron hechos como éste; además, la forma de operar fue la misma que en el caso Nani o en el caso Corroto " * El día de su desaparición, Loriente visitó varias joyerías con un muestrario de enorme valor. La joyería Mado, situada en la madrileña avenida del Mediterráneo, fue uno de los últimos lugares en los que estuvo. "Vino por la mañana para entregar una pulsera a un cliente. Estaba solo y no parecía nervioso. Ésa fue la última vez que lo vimos", recuerda el joyero Joaquín Peco.El desconcierto y la falta de pistas fiables llevaron al juez Luis Lerga, instructor del proceso,'a tomar declaración al sacerdote y conocido parapsicólogo José María Pilón. El padre Pilón creyó localizar "vestigios de la presencia de LorienteEl desconcierto y la falta de pistas fiables llevaron al juez Luis Lerga, instructor del proceso,'a tomar declaración al sacerdote y conocido parapsicólogo José María Pilón. El padre Pilón creyó localizar "vestigios de la presencia de Loriente ya sin vida en un lugar próximo a Orgaz (Toledo)". Sin embargo, la filtración a la prensa de esta declaración frustró la búsqueda del cadáver en ese paraje toledano.

Han pasado 10 años y nadie ha podido dar una respuesta a

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