El general Monzón es el primer jefe de la policía local que tiene escolta
El general Manuel Fernández Monzón es el primer inspector Je de la Policía Municipal que tiene escolta permanente, según han señalado fuentes del PSOE. El último edil de Seguridad del equipo de Gobierno socialista, Ginés Meléndez, comentó ayer que el inspector jefe, Francisco Javier Lobo, también militar, no disponía de escolta. "Si la tenía, era de forma esporádica", añade.El Colectivo Profesional de la Policía Municipal (CPPM) denunció el miércoles que el inspector jefe Monzón tiene más escolta que el alcalde, una "guardia pretoriana", como la han calificado, compuesta por 15 personas: cinco escoltas, dos conductores, cuatro policías que custodian su domicilio y otros cuatros dedicados a labores burocráticas, siempre según el CPPM.
Sin embargo, el concejal de Seguridad, Carlos López Collado, niega que la Policía Municipal vigile el domicilio del general Monzón, de modo que el número de personas a su servicio queda reducido a 10: cuatro escoltas, dos conductores y cuatro oficinistas. "Está plenamente justificado que tenga escolta porque, como general de infantería, puede ser un apetecible objetivo terrorista", arguye el edil. "Las personas que hacen labores burocráticas lo han hecho siempre, incluso antes de que se incorporara al cuerpo", añade.
Ginés Meléndez considera que no es adecuado destinar a tantos agentes a la seguridad del inspector jefe mientras públicamente se pide menos policías en las oficinas y más en las calles. No obstante, cree que el fondo del asunto reside en el hecho de que toda la jefatura de la policía local es provisional y hay un gran malestar en el cuerpo. "Monzón estaría mejor como director de servicios o asesor del concejal", dice Meléndez. "El inspector jefe debe ser alguien que provenga de la propia Policía Municipal.
Otros agentes amenazados
El secretario de la CPPM, Santiago Bustos, coincide en esa crítica. "Querernos velar por su vida [la de Monzón]. Que se vaya al Ejército, que estará más seguro", afirma."Hay otros policías amenazados y se los manda por ahí sin protección ni medios de transmisión adecuados", añade. Los defectos de Monzón no acaban ahí. Bustos llama al inspector "canalla" y considera que podría haber cometido un delito contra la libertad sindical al coaccionar a los agentes. "Ha reunido a los jefes y les ha dicho que el que no esté de acuerdo con la escolta que él tiene puede ir pidiendo el traslado", declara Bustos.
El secretario de CPPM comentó que el general Monzón les había convocado a esa reunión (celebrada ayer por la mañana, pero a la que no acudió nadie del sindicato). "Le contestamos a Monzón que estábamos a su disposición para cualquier reunión, pero que hoy [por ayer] teníamos ocupaciones previas", asegura Bustos. "Debería convocarnos con más anticipación".
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