El alcalde eliminó una moción para evitar que Matanzo votase con el PSOE

Al alcalde le salió en el pleno de ayer un tercer disidente entre sus propias filas. Los dos tradicionales edíles díscolos, Venancio Mota y Manuel Martínez Blanco, abandonaron -por tercera vez- la sala. Ocurrió cuando se discutía una moción socialista contra la adjudicación de puestos en el centro comercial de Aluche. Por su parte, Ángel Matanzo, ex edil de Centro, estuvo a punto de apoyar otra propuesta del PSOE (en relación al aparcamiento de la plaza de la Cebada), pero el alcalde logró evitarlo: no se sometió a votación y prometió un estudio que busque una solución.

"Gracias por dejarme entrar en juego, alcalde", le espetó el ex edil de Centro Ángel Matanzo a José María Álvarez del Manzano. El regidor encontró la manera de frenar a su concejal, que amenazaba con votar a favor de una moción del PSOE encaminada a conceder el 30% de las plazas del aparcamiento de la plaza de la Cebada a los residentes en la zona. Al no rechazarse la propuesta (queda pendiente de un estudio jurídico puesto que el aparcamiento ya está adjudicado), el primer edil evitó que se sometiese a votación y, de paso, que un hombre del PP rompiese la disciplina.A pesar de los reflejos del alcalde, Matanzo se agarró al micro para decir a la concurrencia que es "un hombre polémico pero honrado". "No hace falta ningún estudio", dijo, "tengo que apoyar que se den las plazas a los residentes como se había acordado".

"El amigo Matanzo tiene mucha razón", dijo Martínez Blanco (concejal de Carabanchel) cuando abandonó su banco junto a Mota, por el problema del hipermercado. "El alcalde se ha dado cuenta y ha dado una larga cambiada para evitar que se votase ese punto", explica. "Ya se sabe que cuando hay un tema referente al Continente de Aluche o a la tercera paga de los funcionarios vamos a salir de la sala", declaró Martínez Blanco, "hoy [por ayer] ni se lo hemos dicho antes al alcalde".

El cese de Ortiz

Pedro Ortiz, el ex concejal de Cultura que fue destituido tras enfrentarse a Matanzo por el cierre del teatro Alfil, perdió ayer además su último reducto de poder. La empresa municipal de la que es presidente (Promadrid) se liquidará a finales de año y a partir de entonces Ortiz se limitará a asesorar al departamento de Urbanismo.

"Se ha finalizado el Plan Estratégico de Madrid y con eso termina la función de Promadrid", argumentó Ortiz. Tanto el primer teniente de alcalde, Luis María Huete, como el propio regidor reiteraron su reconocimiento a la labor de Ortiz en Promadrid y le dieron las gracias por tres veces.

El Pleno ordinario de ayer (siete horas de debate bastante animado) comenzó con polémica. IU anunció que llevará a los tribunales al equipo de Gobierno porque consideran ¡legal el Pleno que aprobó el proyecto de ordenanzas fiscales para 1994 y que al que la oposición no acudió (el alcalde se retrasaba y decidieron irse). Ahora la coalición izquierdista, que abandonó el Pleno durante la discusión de ese punto para expresar su disensión, pretende que el Ayuntamiento no refrende tales ordenanzas hasta que el tribunal emita una sentencia sobre ese asunto (dentro de año y medio como mínimo).

Y eso por poco lo consigue el portavoz socialista, Juan Barranco: cuando el edil de Hacienda, Fernando López Amor, terminó de exponer los tributos y precios públicos que pagarán los madrileños el próximo año, el PSOE renunció a la réplica y pidió la votación inmediata. El PP sólo tenía: 22 concejales en la sala y Álvarez del Manzano se puso nervioso. "Todavía tiene que contestar Huete [el primer teniente de alcalde]", contestó el alcalde a Barranco. "¡Pero cómo van a debatir eso entre ustedes!", rió unánime el Grupo del PSOE.

Álvarez del Manzano necesitaba al menos 29 ediles presentes para aprobar los impuestos municipales. Al fin consiguió que entraran los concejales del PP que descansaban en el patio de Cristales mientras López Amor leía su discurso. "A partir de ahora se avisarán todas las votaciones", resolvió el alcalde. La proposición de IU de presentar una querella contra el presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, no prosperó. También esperará "un informe jurídico previo".