González rechaza la censura contra Hormaechea si se apoya en transfugas

El presidente del Gobierno, Felipe González, ha frenado la intención del secretario general de los socialistas cántabros, Jaime Blanco, y del comité regional del PSOE de valerse del apoyo de algunos tránsfugas para desalojar del Gobierno de Cantabria a Juan Hormaechea mediante una moción de censura. La decisión se produjo en la última reunión de la ejecutiva federal del PSOE. Tras un largo debate sobre las conveniencias e inconveniencias de presentar la moción, González decidió que no se hiciera.

Ante los argumentos de Blanco y algunos miembros del sector guerrista, el secretario general del PSOE puso de manifiesto las críticas que le reportarían al partido valerse de votos fugados en un momento en que se está predicando la ética y medidas de impulso democrático.

"No lo veo, no lo veo", repitió una y otra vez González el lunes pasado en la reunión de la ejecutiva en la que Blanco se presentó para trasladar a la máxima dirección del PSOE la decisión del comité de Cantabria de anunciar la censura contra Hormaechea.

No sin el PP

La tesis final de González fue la de que sin el concurso del Partido Popular no es conveniente presentar la moción contra Hormaechea. González y toda la ejecutiva están persuadidos de que harían un favor al partido que dirige José María Aznar si los socialistas presentaran la censura. Por un lado, les liberarían del problema que les supone Hormaechea, y por otro tendrían nuevos argumentos para proclamar que el PSOE, con tal de hacerse con el poder, emplea cualquier medio. La ejecutiva acordó dirigirse al PP para que conjuntamente y con otras fuerzas políticas derriben a Hormaechea.Éste fue el final del debate, precedido de muchas consideraciones de Blanco sobre la imperiosa necesidad de desalojar a Hormaechea del poder por la "quiebra financiera ya irreversible" que sufre Cantabria y la necesidad de medidas de "salud pública". Miembros de la ejecutiva aseguran que las razones expuestas por Blanco fueron compartidas por González, pero que sobre todo pesaba el temor a actuar en solitario. En un momento de la reunión, Blanco recordó que el ahora presidente de Aragón, José Marco, tomó la decisión y después la comunicó a la ejecutiva, cuando ya no tenía remedio. González le agradeció a Blanco que antes de presentar la moción hubiera consultado a la máxima dirección del PSOE.

Los socialistas son conscientes de que la respuesta de Aznar será la de que apoyarán la moción siempre que el candidato a la presidencia sea un miembro de su partido. Adelantan que esa propuesta "es de broma", dado que el PP cuenta con menos de 10 representantes en la Asamblea cántabra y los socialistas obtuvieron 16. Los socialistas pedirán el apoyo para Blanco y garantizarán al PP estabilidad en el Ayuntamiento de Santander, ahora en precario.