"No robo a nadie"
Los futbolistas que cobran el paro rechazan la imagen de millonarios aprovechados
Los futbolistas también figuran en la cola de los parados que cada mes pasan por la ventanilella del banco. Su profesión también se incluye en el Inem (Instituto Nacional de Empleo). Algunos arrastran fama, como Uralde, Mejías, Gajate, Parra o Javi Rey; y otros, el anonimato, los de categorías inferiores. A todos le une el mismo carné, el de parados. "No robo a nadie", aseguró Quique Moreno, ex jugador del Valencia, Valladolid y Rayo Vallecano, que cobra el desempleo desde septiembre de 1992, para borrar cualquier imagen de privilegiado.
No existen estadísticas oficiales sobre futbolistas en paro. En el Inem se les incluye en el capítulo de servicios, junto con profesiones diversas. Los dirigentes de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) se mostraron reticientes al hablar de este asunto. Su obsesión es evitar cualquier imagen de millonarios que no tienen remordimientos en cobrar el paro. Según la AFE, 84 futbolistas se han quedado sin contrato esta temporada, de los que 27 pertenecen a Primera División, y el resto, a: Segunda. Sus edades van de los 21 a los 38 años.
"Ojalá me pagasen la mitad de lo que me quitó la Seguridad Social", confesó Quique Moreno, quien, con 30 años, asegura percibir 144.000 pesetas al mes. La cuota máxima que un trabajador paga a la Seguridad Social es de 350.000 pesetas mensuales. Esa cantidad es la que se le descuenta a la mayoría de los futbolistas mientras dura su carrera profesional.
Agustín Gajate y Pello Uralde, ex jugadores de la Real Sociedad, de 35 y 34 años, respectivamente, apenas superan las 100.000 pesetas mensuales, al igual que los hermanos Mejías, Pepe y Salvador, ex futbolistas del Cádiz, que matan el gusanillo del fútbol en el San Fernando. "No cobramos un duro. Sólo lo hacemos por afición, por echar una mano a un amigo, a Superpaco [el ex portero del Cádiz y del Sevilla, que entrena al San Fernando]".
Estos ex futbolistas rechazan la imagen de obreros millonarios sin escrúpulos para cobrar el paro. "No robo el dinero a nadie. Me corresponde como un obrero más que cotizó a la Seguridad Social. No lo va regalar", se justificó Quique Moreno. "El asunto está claro. Cotizamos como todo el mundo, como un obrero más", apuntó otro jugador que cobra el paro, José Ramón Bermell, de 31 años, ex portero del Valencia, Cádiz y Zaragoza.
Colgar las botas
Estos jugadores coinciden en que los ingresos del paro son una ayuda para superar esa difícil etapa que supone colgar las botas, acabar una profesión apenas alcanzada la treintena de años. "Un día me decidí a decir adiós al fútbol. Pero me encontré con que la situación estaba fastidiada. Tengo una familia que alimentar. Fue entonces cuando me acordé de que existe el paro", dijo Quique Moreno. "El cambio de vida es muy fuerte. La situación de parado es dura. Menos mal que tengo algunos ahorros", señaló Gajate. "Claro que el que no ahorra jugando al fútbol es para pegarle un tiro", se justifica Ángel Mejías, el ex portero de 35 años del Atlético de Madrid."Hay que amoldarse a este nuevo estilo de vida", comentó Pepe Mejías. Bermell coincidió con sus compañeros: "No se puede llevar el mismo ritmo de vida que el de futbolista".
El que fuera portero del Atlético aseguró que, quizá al ser reconocido, "el primer día que fui a cobrar el paro, el hombre de la ventanilla del banco me miró de mala manera". Pepe Mejías confesó que ese día "me dio vergüenza ponerme en la cola de los parados. En una ciudad como Cádiz me conoce todo el mundo. En la segunda oportunidad abrí una cuenta corriente en el banco, en la que me ingresan el dinero".
Ofertas de trabajo
Los jugadores que cobran el paro figuran inscritos en el Inem. "Me preguntaron los oficios que podía realizar. Dije que lo mío era el fútbol", cuenta Quique Moreno. Es la respuesta que dio el resto de jugadores en esa situación. A ninguno de ellos le han llamado para ofrecerle un trabajo. Ningún club tampoco se ha dirigido hasta ahora al Inem para solicitar un futbolista. Bermell, con la carrera de derecho concluida, indicó que entonces se podría crear más de un conflicto. "Los clubes no lo saben, pero el trabajador en paro no puede rechazar una oferta de empleo, a no ser que ésta suponga unos ingresos inferiores a los que percibe como parado", explicó Bermell.Buena parte de estos futbolistas ha recibido ofertas directas de equipos de Segunda División B. "Pero, según está la situación, no hay garantías de cobrar. La crisis general también ha llegado al fútbol", indicó Ángel Mejías. Quique Moreno, casado y con dos hijos, reconoció: "Algunas ofertas superaron los ingresos del paro, pero vives peor, fuera de casa, alejado de la familia... No te compensa".
Otros jugadores no se han visto necesitados a recurrir al paro. Miguel Tendillo, el ex jugador internacional del Real Madrid y del Valencia, por el contrario, no cobra el paro. Desde el pasado mes de julio se encuentra sin equipo en su casa de Moncada (Valencia). "No me ha preocupado este asunto. Posiblemente porque tengo encauzado mi futuro", dijo. Tendillo tiene sus negocios, una tienda de material deportivo. Gabino, ex jugador del Betis, posee una empresa dedicada a la construcción. Górriz, de la Real Sociedad, después de cobrar dos meses de paro, ha encontrado trabajo en una empresa de San Sabastián. Alexanco colgó las botas en el Barcelona y al día siguiente inició su carrera de técnico en el club azulgrana. Otro tanto se puede decir de Rípodas, en la escuela del Athletic en Lezama, o de García Cortés, en el Rayo.
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