El rigor y la cafetera

El director de La Vanguardia, Juan Tapia, calificó ayer en Antena 3 de Radio de "majadería total de arriba abajo" la información publicada ayer por El Mundo que citaba "fuentes próximas a los detenidos" -los principales seguían ayer tarde incomunicados en prisión-, según la cual la red de escuchas desarticuladas en Barcelona puso un micrófono en la cafetera del despacho de la secretaria de dicho directivo. Tal espionaje, según el citado diario, habría sido ordenado por el propio Javier Godó, presidente-editor de La Vanguardia por creerle desleal. "No tiene ninguna credibilidad. No bebo café en el despacho. No tengo cafetera", señaló Tapia. "Debe haber periodistas tan brillantes que descubren micrófonos en la cafetera de mi secretaria". Tapia concluyó que "hay un ataque al diario y hay un ataque a veces con motivos comerciales detrás de muchas de estas afirmaciones".Fuentes de la investigación consultadas ayer sobre este hecho corroboraron que no existe conocimiento de ningún micrófono tras la evanescente cafetera del despacho de Tapia. El Colegio de Periodistas de Cataluña lamentó las noticias "que hayan podido distorsionar el tema con informaciones no fundamentadas".