Una jugada oscura hundió al Real Madrid B
Los blancos se adelantaron en el marcador, pero el Castellón remontó
Una jugada oscura hundió al filial madridista en Castellón. El partido vivía los momentos decisivos. El conjunto blanco se había ido al vestuario con un gol de ventaja, pero el Castellón consiguió empatar en el primer minuto del segundo periodo. Un minuto después, ocurrió la jugada desgraciada para los blancos. Un tiro desde fuera del área que el portero madridista Contreras no logró atajar. Mateu y Gurinovich, en posible fuera de juego van al rechace y se funden con el portero blanco. Piernas, brazos tacos, guantes... Y el cuero ¿dónde está? Por fin sale. Todo el mundo espera el sonido del silbato del árbrito, pero no llega. El delantero bielorruso del Castellón, Gurinovich, se presta a rematar, pero la mano de Contreras engancha su pie y le derriba. Ahora sí que suena con fuerza el silbato. ¿Qué señalará? Primero saca la cartulina roja para el guardameta Contreras, que sigue los ademanes del árbitro desde el suelo, y luego indica penalti. Ahí se acabó el Madrid. Y no porque el Castellón anotara el penalti, que lo falló, sino porque defender un empate con 10 jugadores durante 40 minutos era complicado.Hasta esta turbia jugada, el partido transcurría con un guión lógico. Aunque los blancos superan en la clasificación al Castellón, los dos conjuntos están desarrollando un juego similar: irregularidad y poca vistosidad.
En el primer disparo a puerta de todo el partido, Toril se había encontrado con la suerte y Fernando, el portero local, con la desgracia. Una bolea lejana de Toril que Fernando hubiese atajado sin muchos problemas si no llega a dar el balón un sorprendente bote para introducirse casi por la escuadra. Femando empezaba a ver fantasmas. El veterano portero había sido el antihéroe de la semana. Hace siete días sufrió una gran humillación, que le hará entrar en la historia del fútbol español. Mario, su colega del Leganés, le marcó un tanto de cabeza. El tanto de Toril olía mal.
Cambio radical
Llegó el descanso, y con él, el cambio radical. A los pocos segundos, el delantero local Juan Carlos ensaya un pase pero el disparo entra por la escuadra visitante. Después llegaría la jugada clave.
Valerio, el portero suplente madridista, que tuvo que saltar al terreno de juego tras la expulsión de su compañero, paró el penalti lanzado por Fernández Cuesta, pero la euforia por esta acción se esfumó con rapidez.
El Madrid se aventuraba a aguantar un empate con 10 jugadores. No es una misión descabellada. Otros lo han logrado. Incluso han ganado jugando todo el partido con un jugador menos (España el miércoles ante Dinamarca), pero el filial madridista afronta este año una temporada gris. No logra consolidar un tronco consistente este equipo y por ello nada en zona de nadie.
A cinco minutos del final, el portero local Fernando incurrió en un posible penalti ante Marcos. El árbitro no anduvo tan escrupuloso como en la jugada del otro área.
El Castellón recupera la moral durante la semana, tras el mazazo que les endosó Supermario. El miércoles venció al líder de Primera División, el Sevilla, en partido de Copa del Rey. Ayer, completó la jugada al deshacerse del filial madridista. Estos últimos, a pesar de la jugada de la expulsión de Contreras, siguen caminando por la categoría sin carnet de identitad.
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