Auto de fe
Al anochecer, bajo una fina y persistente lluvia, comienzan a acudir intermitentemente miles de ciudadanos deseosos de contemplar el espectáculo que quieren ofrecerles esta noche las autoridades locales. Miles de antorchas iluminan el recorrido que seguirá la comitiva, que partiendo de Ferraz seguirá por Rosales, hasta llegar a la desangelada y recién inaugurada catedral frente al Real palacio.Entre ambos edificios, y en el centro justo de la plaza que les separa, se levanta una pira de sacrificio donde, probablemente, arderán los pecadores no arrepentidos dentro de muy pocas horas. Personas, ideas y pensamientos impresos y no impresos serán víctimas, inocentes o no, de la mofa y el escarnio del pueblo que, alentado por los genoveses, se encuentra sediento de contemplar el espectáculo que está a punto de ofrecérseles.
El acto que hoy se celebra no es otro que el trasnochado auto de fe, complejo acontecimiento social en el que los reos, previamente juzgados por tribunal inquisidor, desfilan para sufrir la vergüenza y recibir los insultos del pueblo, que lanza sobre ellos, para después y en presencia del pueblo y de sus juzgadores, arrepentirse públicamente de sus pecados y pedir perdón a los presentes, salvando así la vida aunque pierdan la honra, o por el contrario, si su testarudez es suma, morir asados al calor de las sagradas brasas. Comienza la procesión, tienen el honor de encabezarla los padres de la Obra y, a continuación, aparecen los inquisidores genoveses, semblante sonriente y satisfecho porque se está produciendo un gran baño de multitudes que los aclaman; aparecen a continuación los reos, cabezas gachas y semblante serio y sereno, aunque no faltan algunos conatos de histerismo en alguno de ellos. Los padres de la Obra rezan su cantinela: "Arrepentíos, pecadores, reconoced vuestras culpas, pedid perdón públicamente..." y la comitiva sigue pasando, son cientos de condenados, pero pocos los arrepentidos, quizá la mayoría piensa que sólo la historia los juzgará.
Me he preguntado muchas veces después de escuchar la comunicación del responsable político del Partido Popular, señor Álvarez Cascos, en relación con las condiciones previas para llegar a un acuerdo para aprobar las medidas del denominado impulso democrático, si es esta situación descrita más arriba la que desean que se produzca en nuestro país. ¿El siguiente paso sería sustituir las elecciones por torneos medievales? ¿O acaso por combates singulares o duelos personales? La dirección política de un país y la labor de un partido de oposición debe ser más seria de lo que la hacen parecer desde las filas del partido conservador.
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