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El héroe que encontró la ocasión de su vida

El portero suplente Santiago Cañizares sorprende a todos con su papel ante Dinamarca

Xosé Hermida

"¡Zu-bi-za-rre-ta ya tiene sucesor!", cantaban a coro el medio centenar de hinchas del Celta que fueron ayer al mediodía a recibir a Santiago Cañizares al aeropuerto de Vigo. El guardameta de un equipo condenado a vivir todas las agonías de los más humildes volvía a casa convertido en un héroe nacional. Un héroe por accidente. Una semana antes se disponía a preparar los días de descanso que permitía el partido de la selección. Pero Lopetegui, segundo portero de la selección, tenía una lesión que le impedía acudir a la convocatoria. Y Cañizares, otro de los muchos porteros que el Madrid ha mandado al exilio, recibió la llamada de Clemente. Su papel era el del figurante para el decisivo partido con Dinamarca. Él mismo no tenía ningún inconveniente en admitirlo: "Sabía que sólo saldría al campo en caso de un accidente. Preferiría que ocurriese en otras circunstancias, pero ocurrió. Y fue una de esas ocasiones que difícilmente se te presentan".Sus conocidos aseguran que siempre ha mostrado una madurez asombrosa para un joven a punto de cumplir los 24 años. En su entorno, todos destacan su sensatez y la ambición de un futbolista que tuvo un gran nombre como juvenil y luego padeció el circuito de la Segunda División. Salió muy joven del Madrid y transitó por el Elche y el Mérida. Su nombre se volvió casi anónimo. Pero las condiciones estaban allí: un guardameta de talla mediana -1,80 metros-, de brazos muy largos, potente en sus acciones. Y también su madurez inesperada para un futbolista tan joven. En Sevilla, tras sustituir a Zubizarreta, tuvo ocasión de corroborarlo, porque no se le vio ni un pequeño asomo de nerviosismo en un partido que supuso no sólo su inesperado debú con la selección, sino la primera vez en su vida que saltaba al campo para sustituir a un compañero.

Jenaro Borrás, médico de la selección y del Celta, tranquilizó a todo al banquillo tras la desastrosa expulsión de Zubizarreta. "El 0-0 lo tenemos garantizado", dijo Borrás cuando Cañizares dejó el banco y entró en el campo. Borrás le conoce desde su llegada al Celta, en 1992. El equipo, que necesitaba un portero para suceder a Maté, consiguió que el Madrid accediera al traspaso en 1992 por 60 millones de pesetas. Y de forma inapelable, su carrera comenzó a crecer. Fue convocado para la selección olímpica y participó como titular en todos los partidos de preparación de los juegos, aunque finalmente no llegó a debutar en Barcelona.

Se adaptó muy pronto a Vigo, donde se casó el año pasado. Ahora su futuro es espléndido y posiblemente no pase por el equipo gallego. Tiene contrato en vigor hasta junio de 1995, con una Cláusula de rescisión de 400 millones de pesetas. En lo más íntimo de su corazón, este madridista confeso todavía aguarda la posibilidad de regresar al Madrid. En medio del baño de celebridad que recibía en el hotel sevillano, Cañizares tuvo tiempo para presentar sus credenciales a Inocencio Arias, el director general del Real Madrid. "No sé si usted me recuerda", dijo. "Claro que sí", contestó Arias. "Ya sabe que soy un madridista de toda la vida", continuó el portero. Y Arias cogió la respuesta al vuelo. "Tranquilo, todo tiene arreglo".

Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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