No comer las palomitas en el cine
Anoche, mi mujer casi arañó a un señor sin previo aviso por comer palomitas en el cine. Afortunadamente, al final no hube de pegarme con nadie, pero, concluida la película, estuvo explicándome durante más de tres cuartos de hora por qué uno jamás debe comer palomitas en el cine; y eso que yo le daba la razón, porque lo entendía.Escribo esto porque luego añadió que si supiera redactar cartas a los periódicos como yo enviaría una protestando contra la costumbre de comer palomitas en el cine. Yo ya no voy a comer más palomitas en el cine, e imploro a cuantos lean esta carta que tampoco las coman, sobre todo los días en que mi mujer y yo vayamos al cine.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.