Cultura adjudica a dedo por error hasta los contratos que van a concurso

Los diputados regionales del Partido Popular no se fían de los contratos que suscribe la Consejería de Cultura. La mayoría, porque son adjudicados directamente , y los pocos que se sacan a concurso, porque se registraban erróneamente en la Consejería de Hacienda como si se hubieran decidido también a dedo. El fallo informático fue admitido por los responsables autonómicos de Cultura en una comisión de vigilancia de la Asamblea, donde se comprometieron a enmendarse.José Luis Moreno, el portavoz del PP en dicha comisión, mantiene sus denuncias sobre la escasa fiabilidad de lo que se hace en esa Consejería y lanza duras acusaciones de "falseamiento de información" y "negligencia". Pero los datos obtenidos por el PP sobre el funcionamiento de esta Consejería en el registro de contratos de Hacienda eran demasiado espectaculares para ser ciertos.

Abusos en el pasado

Fuentes de Cultura admiten que en el pasado se ha abusado en exceso de la contratación directa, por el tipo de relación que se establecía con los profesores de los cursos que ahora ya gestiona el Instituto Madrileño de Formación (IMF), pero aseguran que este problema está resuelto. Además, indican que un fallo en el sistema informático rellenaba mal la ficha que se traslada con los contratos tipo al registro, por lo que, una vez subsanado este error, el porcentaje actual de contratación directa descenderá sensiblemente.El viceconsejero de Cultura, Ramón Caravaca, aseguró que, al margen de los cursos del IMF, el volumen de contratos directos de este organismo no supera el 30% y es inferior al 10% en inversiones de pesetas reales.

El PP martillea constantemente con el elevadísimo número de contratos que firma la Comunidad por el sistema de adjudicación directa, destinado en teoría y legalmente a las inversiones inferiores a 15 millones. La Consejería de Cultura ha destacado especialmente por utilizar este mecanismo y en 1992, según el registro de contratos, acaparó el 36% del total regional.