Borís Yeltsin dice que mantiene la elección presidencial de junio a la que dijo oponerse
El decreto por el que se convocan elecciones presidenciales anticipadas en Rusia para el 12 de junio de 1994 "continúa estando en vigor", mientras no sea abolido oficialmente, según manifestó el presidente, Borís Yeltsin, en una entrevista que publicó ayer Izvestia. Con esta declaración, el jefe del Estado ruso trata de contrarrestar la negativa opinión pública suscitada por su rotunda oposición a las elecciones presidenciales anticipadas que él mismo convocó por medio de un decreto firmado el 23 de septiembre, en plena pugna con el (ahora disuelto) Sóviet Supremo de la URSS.
"Estoy en contra de la reelección del presidente en junio de 1994. Estoy a favor de que el mandato presidencial se cumpla en su totalidad hasta 1996", había dicho el presidente el 6 de noviembre ante los directores de los medios de, comunicación más influyentes de Rusia. Sin embargo, Yeltsin dio a entender ayer a Izvestia que las afirmaciones entonces realizadas no son una decisión oficial, sino una opinión personal, tal como ya había afirmado su asesor jurídico, Yuri Baturin.Al presidente, señaló Yeltsin, "prácticamente no le dan derecho a un punto de vista personal, a una opinión no oficial, ni siquiera a la emoción en el curso de una conversación con un interlocutor agradable". Yeltsin explicó, sin embargo, que su falta de predisposición hacia las elecciones no es consecuencia del miedo a la competencia en las urnas. En el referéndum sobre el proyecto de Constitución "de forma directa o indirecta se expresará la confianza al presidente".
El borrador constitucional prevé que el actual presidente continúe en funciones hasta el fin de su mandato en 1996. Una vez aprobada esta Constitución, que se votará el mismo día de las elecciones legislativas de 12 de diciembre, el nuevo Parlamento podría abolir el decreto de elecciones presidenciales anticipadas, ofreciendo una salida elegante al presidente.
Los datos que llegaban ayer a Moscú sobre la presentación de candidaturas para el Consejo de la Federación (la Cámara alta) del Parlamento ruso dejan ya claro que las elecciones a esta cámara no se van a celebrar en la república de Tatarstán, una de las que más resistencia han mostrado al proyecto constitucional presidencial. Los datos oficiales sobre la promoción de candidatos al Consejo de la Federación y a 225 escaños de la Duma Estatal (Cámara baja), a repartir por distritos uninominales mayoritarios, se darán a conocer oficialmente el próximo viernes. Entre los aspirantes que parecen haber conseguido el número de firmas necesarias para concurrir están dos implicados en el intento de golpe de Estado de agosto de 1991: el líder agrario Vasili Starodúbtsev, y el ex jefe del Parlamento soviético, Anatoli Lukiánov. A menos de un mes de las elecciones, el bloque favorito es la Opción de Rusia, que encabeza el viceprimer ministro Yegor Galdar.
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