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Los países que aplican ecografía en bebés han descartado las operaciones de cadera

El diagnóstico precoz evita numerosas intervenciones quirúrgicas e incluso cojeras

Entre un 10% y un 15% de los bebés españoles nace con algún grado de luxación de cadera. No. detectarlo a tiempo les puede acarrear un rosario de intervenciones quirúrgicas, cuando no una cojera de secuela para el resto de su vida. Aquellos países, como Austria, que aplican de forma sistemática y obligatoria la ecografía para obtener un diagnóstico precoz han conseguido acabar con la cirugía, según afirma el médico austriaco Reinhard Graf, pionero en el mundo en la aplicación de ultrasonidos a esta patología. La técnica es inocua y puede realizarse nada más nacer.

Reinhard Graf ha participado este fin de semana en el III Curso Internacional sobre Avances en Cadera Infantil y Ecografía celebrado en el hospital Niño Jesús de Madrid y que ha conseguido reunir a los mejores especialistas del mundo en esta materia. Todos han vuelto a escuchar el mensaje insistente de Graf: "Más vale una ecografía a tiempo que un niño cojo para toda la vida".Gracias a este sistema se puede diagnosticar una luxación congénita de cadera desde horas después del nacimiento y sin el riesgo de someter a los bebés a radiaciones realizándoles una radiografía, que además, se ha mostrado poco fiable en los cuatro primeros meses de vida.

"El estudio ecográfico es tan bueno y perfecto que en Austria ya es obligatorio para todo recién nacido y con ello se están descartando los problemas que aparecen más tarde", asegura Graf.

Corrección en días

La ventaja es que en este estadio cualquier luxación puede ser corregida en días o semanas, colocando un arnés al bebé que separa sus piernas hasta que encaja la circulación.

En todos los países desarrollados está aumentando esta práctica de diagnóstico. Su total implantación es, en opinión del médico austríaco, "un problema de desarrollo. Simplemente de educación. La causa por la que no está más presente en algunos países es porque no hay suficientes especialistas y hay que formarlos".

En España se está avanzando, pero todavía este diagnóstico no se aplica de forma sistemática, según explica el cirujano ortopédico Antonio Díaz, uno de los más firmes impulsores de la técnica en nuestro país. "En los grandes hospitales españoles todavía hay un porcentaje grande de niños que aparecen con luxación al año y medio y esto es porque no se hace una ecografía", afirma. "Hay que saber, que a partir de los 10 meses las posibilidades de que esa cadera no quede normal son muy grandes", advierte.

Incremento de costes

La patología de cadera supone un porcentaje entre el 24% y el 32% de toda la cirugía ortopédica del Hospital Niño Jesús de Madrid, según un estudio presentado en este congreso por el jefe del servicio, Tomás Epeldegui. En las conclusiones se reconoce que "el diagnóstico tardío genera cirugía frecuentemente de repetición con detrimento de los resultados e incremento de los costes".

La exploración del bebé es imprescindible para la detección de este tipo de anomalías, así como la presencia de antecedentes familiares, que multiplican el riesgo. Sin embargo, para Antonio Díaz el uso de la ecografía se justifica en que las luxaciones "pueden incluso llegar a pasar desapercibidas hasta en las manos más expertas".

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