Las tropas musulmanas abren un nuevo frente de guerra en Bosnia central
Tropas del Ejército bosnio, de mayoría musulmana, emprendieron el jueves una ofensiva contra las posiciones croatas en la ciudad de Kisejak, abriendo así una nueva brecha bélica en Bosnia central.Kiseljak, centro de aprovisionamiento situado a 30 kilómetros al oeste de Sarajevo y base de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor), se había mantenido intacta en los 19 meses que dura ya la guerra civil en la ex república yugoslava.
Según un portavoz de Unprofor, la artillería bosnia comenzó a castigar la ciudad el jueves. "Vanas granadas cayeton a 100 metros de la base de los cascos azules", dijo.
Los combates prosiguen en otras localidades de la zona, como Fojnica y Bakovici, donde las tropas de la ONU tratan de proteger de la artillería croata a más de cien enfermos mentales ingresados en el hospital musulmán de la ciudad. Según Radio Sarajevo, la milicia croata cuenta con apoyo serbio en Fojnica. En la capital de Herzegovina, Mostar, el sector musulmán sigue siendo el blanco constante de los morteros croatas.
Ante la intensificación de los combates, los Gobiernos de Croacia y Bosnia han optado por relanzar los esfuerzos diplomáticos. Ayer el ministro de Exteriores croata, Mate Granic, y el primer ministro bosnio, Haris Silajdzic, pidieron en Sarajevo un alto el fuego inmediato.
En Serbia, el clima preelectoral ha desatado las acusaciones mutuas entre los dirigentes políticos sobre los crímenes de guerra en Croacia y en Bosnia, que sin duda facilitarán el trabajo de los jueces del Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra en La Haya.
Mirko Jovicevic, periodista de la revista Voska, publicada por el Ejército yugoslavo, asegura haber presenciado "asesinatos, violaciones, degollamientos y juego de fútbol con la cabeza humana" entre las filas serbias del radical Vojislav Seseli. Las revelaciones del periodista forman parte de la campaña de desprestigio del presidente Slobodan Milosevic contra el ultranacionalista Partido Radical Serbio, que dirige Seselj, antiguo aliado de Milosevic y ejecutor del trabajo sucio de su política.
Seselj ha recordado que sus voluntarios, unos 30.000 hombres, actuaban bajo el mando del Ejército yugoslavo y los ejércitos serbios en Bosnia y Croacia, y ha confirmado la participación directa de Belgrado en la guerra bosnia, oficialmente desmentida.
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