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Sobreseído el caso de la muerte de tres etarras durante un tiroteo con la Guardia Civil en un piso de San Sebastián

Fernando Andreu Mirelles, juez de Instrucción número 1 de San Sebastián, ha sobreseído las diligencias abiertas por la muerte de tres etarras que, en agosto de 1991, se enfrentaron a tiros a la Guardia Civil en un piso del barrio donostiarra de Morlans. El magistrado establece que "no cabe concluir la existencia de indicios racionales de culpabilidad", si bien destaca en su fallo "las complicaciones que reviste determinar las circunstancias en que se produjo la muerte del activista Francisco Iciar".Según los resultados de la autopsia y de varios análisis, el disparo que mató a este etarra fue efectuado "con la boca del arma en contacto con la piel". Pero el guardia civil que hizo uso de su arma al entrar en el dormitorio de Iciar declaró ante el juez que disparó "a más de metro y medio de distancia de la pistola" que empuñaba, a su vez, el activista.

El juez indica que, dada la gran cantidad de proyectiles existentes, "no ha podido determinarse cúal de ellos fue el proyectil homicida y, en consecuencia, qué arma realizó el disparo". Tras señalar que en el lugar de los hechos sólo estában los guardias civiles y Francisco Iciar, el magistrado apunta: "Sólo cabe pensar en dos hipótesis: la del suicidio, o bien, que alguno de los agentes realizara dicho disparo". Durante el tiroteo, los activistas del comando Donostia hirieron con sus armas a dos miembros de la Guardia Civil -uno de los cuales ha quedado parapléjico- cuando éstos in tentaban entrar en el piso.

Por otra parte, el arcipreste de Irún, José Ramón Treviño, condenado por el Tribunal Supremo a 6 años y un día de cárcel por colaboración con ETA, accedió ayer al tercer grado penitenciario, que únicamente le obliga a pernoctar en la prisión.

En su primer día de libertad, tras un año y ocho meses de reclusión y antes de volver a la cárcel donostiarra de Martutene para pasar la noche, Treviño pasó la jornada en casa de su madre recibiendo visitas y llamadas de felicitación de sus familiares, amigos y fieles de su parroquia, a quienes comunicó que mañana mismo oficiará una misa en Irún.

El obispo de San Sebastián, José María Setién, se mostró ayer satisfecho por la concesión del tercer grado a Treviño.

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