Clinton continúa su campaña de atracción personal al TLC
El presidente de Estados Unidos, Bill. Clinton, involucrado decisivamente en la campaña por el Tratado de Libre Comercio, (TLC) con México y Canadá, ha centrado toda su actividad de estos días en convencer, personal y directamente, a los 35 congresistas demócratas que todavía no han comprometido definitivamente su voto para la sesión en la que la Cámara de Representantes discutirá el asunto, el próximo día 17.
Durante los días que faltan hasta ese fecha, Clinton se reunirá en la Casa Blanca con cada uno de los congresistas dudosos para explicarles, de la forma más convincente posible, su posición. El representante hispano Bill Richardson, uno de los partidarios del TLC, ha reconocido que el presidente sólo tiene a su favor actualmente 81 de los 258 diputados demócratas en la Cámara de Representantes. Sumada esa cifra a los 103 representantes republicanos que votarán afirmativamente, Clinton cuenta ahora mismo con 184 congresistas, es decir, 34 menos de los que se necesitan para completar la cifra de 218, el mínimo requerido para la aprobación del TLC. Así pues, la presión que la Casa Blanca pueda ejercer sobre los demócratas indecisos será decisiva para la suerte del TLC.La discusión sobre el tratado con México, animada por el debate de ayer entre Ross Perot y el vicepresidente Al Gore, ha dividido a la sociedad norteamericana de forma tan significativa como cualquier gran asunto de política doméstica, con una mayoría de intelectuales y ejecutivos a favor, y una cantidad superior de trabajadores y clase media, en contra. Esa división se refleja en una campaña publicitaria de gran pasión y agresividad.
Una encuesta del diario USA Today y la cadena CNN muestran que el número de personas que considera que el TLC es bueno para Estados Unidos supera sólo por un punto a los que creen que es perjudicial. La cifra de ciudadanos que confiesan no conocer los términos del tratado ha ido descendiendo pero todavía está en torno al 30%.
Otro sondeo de NBC y The Wall Street Journal refleja que un 36% de profesionales y altos cargos de empresas son partidarios de la aprobación del tratado, mientras que un 33% se oponen y el resto no tiene opinión. En la puerta de la Cámara de Comercio norteamericana en Washington han colocado una gran pancarta de apoyo al tratado con México. A favor del TLC se ha expresado también la mayoría de los premios Nobel de Economía de los últimos años.
Entre los trabajadores manuales, según la misma encuesta, un 42% está en contra del tratado y un 21%, a favor. Igualmente, los sondeos revelan que en ese grupo existen más simpatías por Ross Perot, el millonario texano que encabeza la oposición al TLC, que en los ejecutivos.
La actitud de los trabajadores está claramente influida por la posición de los sindicatos AFLCIO, que, desde hace varios días, desarrollan una millonaria campaña de publicidad en televisión en la que aseguran que, si el tratado es aprobado por el Congreso, se perderán 600.000 puestos de trabajo en Estados Unidos.
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